
Fredy Franco (*)
La palabra Muchachos, en nuestras expresiones nicaragüenses, hace referencia -generalmente- a los jóvenes para demostrarles cariño.
En la historia nacional los jóvenes con su lucha justa, valiente y heroica se han ganado ese cariño y ese reconocimiento ejemplar al desempeñar un rol destacado o de vanguardia ante los grandes retos planteado en nuestra Historia.
Y es que la lucha patriótica y popular en Nicaragua ha tenido como motor fundamental a la juventud. Los jóvenes han estado presentes desde el enfrentamiento al colonialismo español, en la lucha por la Independencia y la soberanía contra las agresiones yanquis, y en la lucha por sus derechos y por los del pueblo.
La participación de los y las jóvenes alcanzó un mayor grado en lo organizativo, político e ideológico con la gesta del General Augusto C. Sandino y el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN), y luego con el FSLN, sus combatientes y militantes, en el rol asignado en la lucha por la transformación de Nicaragua.
Por eso no es casualidad que, a nivel constitucional (artículo 6), “la Juventud nicaragüense, que en todo momento ha sabido ser protagonista directa de las epopeyas antiimperialistas y de liberación nacional, es reconocida como Patrimonio Nacional de Nicaragua”.
1- Expresiones del aporte patriótico de la juventud en Nicaragua
Hay tres referentes fundamentales en la lucha patriótica en Nicaragua antes del General Sandino, con una importante participación de los jóvenes. La Primera, la Guerra Nacional Antifilibustera de 1855 a 1857, la mayoría de los patriotas eran jóvenes, incluido los más de 60 Flecheros de Matagalpa y el Sargento de 25 años Andrés Castro, el que -con valentía y arrojo- de una pedrada derribó a un yanqui en la heroica Batalla de San Jacinto.
El otro referente de la lucha patriótica es el General Benjamín Zeledón, destacado servidor público en la época liberal de José Santos Zelaya y oficial patriota al servicio de Nicaragua. Antes de cumplir 33 años de edad estaba enfrentando a la poderosa marinería yanqui, prefiriendo caer luchando y no rendirse ante los interventores. El día de su paso a la inmortalidad, el 4 de octubre de 1912, estaba cumpliendo 33 años.
La oposición o protesta a la dominación yanqui desde esos primeros años se manifestó en esta coyuntura también a través de distintas voces contra el descarado intervencionismo, entre ellas la de los jóvenes universitarios que en 1914 crearon el Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN).
E igualmente sectores como obreros organizados, intelectuales y artistas, comenzando con Rubén Darío que con su poesía y escritos denunció al imperio yanqui, sobre todo en los primeros 5 años del Siglo XX; o como el poeta Salomón Ibarra Mayorga, quien a sus 30 años escribió nuestro Himno Nacional en 1918, para “que no ruja la voz del cañón” traída por los interventores yanquis.
2- Los muchachos de Sandino hicieron y harán grandes cosas
Con Sandino, la lucha patriótica- popular abrirá una nueva etapa en la Historia Nacional. Primero, porque la conducción ya no estará en manos de las fuerzas libero-conservadoras, sino de un movimiento y liderazgo político revolucionario. Segundo, porque al plantearse consecuentemente la lucha frontal contra el imperialismo para construir Patria y Libertad, también reivindicaba la lucha por la justicia social de obreros y campesinos.

La inmensa mayoría de los integrantes del EDSN eran jóvenes campesinos y trabajadores del campo. La formación del Coro de Ángeles era una base organizativa y de participación inicial para integrar a los jóvenes, casi niños, a la lucha patriótica. En esa labor, y como rostros visiblemente jóvenes, se destacaron el Coronel Santos López y el General Miguel Ángel Ortez y Guillén, quienes contribuyeron a la derrota militar de los invasores yanquis.
Otro rostro joven, rostro de mujer, es nuestra Heroína Blanca Árauz, quien de los 18 a los 24 años de edad desempeñó un papel central en la comunicación del EDSN, la logística y en el enlace ciudad- campo para el desarrollo de la guerrilla sandinista, y al final para dar pasos hacia la paz.
Fue el ejército patriótico de Sandino que, sustentando una causa justa, una alta moral y valentía, y una estrategia de resistencia victoriosa, derrotó a un ejército de intervención que contaba con superioridad militar y crueldad imperial, pero no pudo con la firme conciencia patriótica del Pequeño Ejército Loco que logró expulsarlos a inicios de 1933.
El General Sandino, sabiendo de los peligros que corría su vida tras la firma de los acuerdos de paz, continuó la lucha por la vía política. Fue consecuente defensor de la paz y la soberanía, demostrando con el proyecto de cooperativas en el Río Coco que tenía reales soluciones nacionales y sociales, buscando cómo neutralizar al instrumento criminal de los yanquis, la Guardia Nacional y Somoza.
En varias ocasiones, en conversaciones y entrevistas que le hicieron en los años 1933 y 1934, Sandino advirtió de los peligros que enfrentaba su vida y la de sus compañeros de lucha. Decía: “Yo no viviré mucho tiempo, pero aquí están estos Muchachos que continuarán la lucha emprendida, ellos harán grandes cosas”.
En medio de la adversidad Sandino nos enseñó firmeza, dignidad, serenidad y optimismo. Nos dijo: “Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán”.
3- Los muchachos del FSLN hicieron y hacen grandes cosas
La causa de Sandino pervivió en medio de grandes adversidades como la represión y asesinato sistemático de Somoza y su guardia a todo lo que olía a sandinismo, el oscurantismo político que se impuso en Nicaragua en los 20 años que siguieron a su asesinato, y todo el apoyo de Estados Unidos para consolidar a la dictadura somocista y evitar resurgiera el movimiento de Sandino.
La resistencia del pueblo y la juventud tuvo distintas heroicas expresiones en los años 40 y 50 contra el somocismo, pero será una nueva generación de jóvenes que poco a poco comenzará a estudiar y difundir las ideas de Sandino, sobre todo en la segunda mitad de los años 50. También se destaca la heroica acción justiciera del joven poeta y periodista Rigoberto López Pérez, quien a sus 26 años de edad inició el Principio del Fin de la Tiranía Somocista, y condujo a la activación de la lucha revolucionaria.

En esa coyuntura será clave el papel del comandante Carlos Fonseca tanto en la comprensión y continuidad de la lucha de Sandino, como de organizarla y darle sentido político-ideológico, para después de varios años cristalizarla en la formación del FSLN.
Escribía en 1960, a sus 24 años: “Somos los descendientes de Sandino, los que estábamos muy niños o no habíamos nacido, cuando vilmente lo asesinaron. Ahora hemos crecido y ya somos hombres. Luchemos como él luchó, sinceramente, sin escatimar sacrificios, para que su sueño en una Patria Libre y un pueblo feliz, se haga realidad”.
Conocedor de la lucha histórica del pueblo nicaragüense era fundamental, para darle continuidad a Sandino, la integración de las clases populares y de la juventud provenientes del pueblo, de los jóvenes estudiantes con su conocimiento y decisión en la formación y desarrollo del instrumento político-militar que organizaría al pueblo y encabezaría la estrategia victoriosa para hacer triunfar la Revolución.
Por eso, antes y durante la formación del FSLN estarán presentes los jóvenes provenientes de distintos sectores, incluidos los jóvenes estudiantes.
Luego, en la forja del Frente Sandinista continuaron integrándose jóvenes a la lucha armada revolucionaria y a la organización del pueblo.
Fue fundamental organizar a los jóvenes en el campo y las ciudades, en colegios y universidades (destacándose el papel del CUUN, el Frente Estudiantil Revolucionario
–FER- desde los años 60) como base de apoyo político-social y militar de la lucha sandinista. Esos combatientes y muchos jóvenes tendrán su prueba de fuego desde el inicio de la guerrilla de Raití y Bocay, en Pancasán, en las ciudades y montañas enfrentando un enemigo muy poderoso militarmente y sanguinario.
Son iconos heroicos del FSLN jóvenes como Julio Buitrago, Leonel Rugama y miles más que fueron desafiando con voluntad, organización y conciencia a la más cruel y sanguinaria dictadura del continente, la dictadura somocista. Y ello servía de ejemplo para que más jóvenes se integraran de manera paulatina y luego- cuando las condiciones lo permitieron- alcanzar una integración masiva.
Esas condiciones se fueron propiciando con el paso a la ofensiva marcada por las acciones de octubre de1977, cuando se atacó a cuarteles de la guardia en las ciudades, que permitió crecer en espíritu insurreccional y la integración masiva del pueblo de manera creciente e indetenible en los años 1978 y 1979.
Esos jóvenes cada vez más demostraban valentía, desafiaban el inmenso poder militar dictatorial, iban perdiendo miedo a la guardia. El pueblo los miró con inmensa simpatía y vio que junto a ellos se podía derrotar a la dictadura. A esos guerrilleros, a esos combatientes populares el pueblo les llamó Los Muchachos.
Eran aquellos muchachos de los que habló Sandino, los que harían grandes cosas en el futuro, y lo lograron con su protagonismo cuando triunfó la Revolución Popular Sandinista hace casi 46 años, llevando al pueblo al poder y derrotando estratégicamente la dominación yanqui en Nicaragua. Con el FSLN como vanguardia y el papel protagónico de la juventud, se logró la primera liberación: acabar con 45 años de tiranía.
4- Muchachos del FSLN haciendo y defendiendo la revolución
La base política e ideológica con que triunfó la revolución se consolidó en su primera etapa, cuando se empezó a transformar el sistema injusto y excluyente heredado del somocismo y se comenzó a construir uno nuevo con más poder y democracia popular, democracia económica y democracia social.
Fue la juventud la que protagonizó la segunda liberación de Nicaragua, reduciendo radicalmente el analfabetismo a partir de 1980. De esas epopeyas nació la gloriosa Juventud Sandinista 19 de Julio, protagonizando las tareas políticas de la juventud, de la revolución.
Igualmente, la juventud defendió con inmenso heroísmo la patria y la revolución, integrándose en las milicias, en los Batallones de Lucha Irregular (BLI) y en el Servicio Militar Patriótico. Más de 50 mil personas cayeron en defensa de la soberanía, víctimas de la agresión imperialista, la mayoría jóvenes. Eran los Cachorros de Sandino, como los jóvenes de San José las Mulas que cayeron defendiendo la revolución, y con la derrota estratégica de la contrarrevolución dar pasos a la paz entre 1987 y 1990.
Pese al paréntesis de retroceso del neoliberalismo en Nicaragua, el FSLN mantuvo la llama de la revolución y la participación de los jóvenes en distintas tareas políticas, sociales, educativas, culturales y electorales. Resistiendo las políticas neoliberales, jugaron un rol destacado la Unión Nacional de Estudiantes (UNEN) y la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES) en defensa del derecho a la educación y otras reivindicaciones en beneficio del pueblo.
El triunfo del FSLN en el 2007 le dio continuidad a la revolución sandinista desde el Gobierno Nacional encabezado por el comandante Daniel Ortega, restituyendo derechos, combatiendo la pobreza y avanzando en desarrollo humano con participación popular y protagonismo de mujeres y jóvenes.
De nuevo los jóvenes, con su participación organizada, lograron liberar a Nicaragua del analfabetismo en el 2009. Los jóvenes han logrado plenamente sus derechos a la educación, a la participación política, y al desarrollo y realización de una agenda social, cultural, deportiva, medio ambiental, comunicacional, de emprendimiento económico, que avanza y se consolida.
Todo ese desarrollo humano y de protagonismo político se realiza en condiciones de paz, que pretendió ser detenido en el 2018 por los golpistas. Aquí de nuevo los jóvenes, desde distintas trincheras, incluida su participación heroica en las Brigadas de la Paz, fueron decisivos para desmontar los tranques de la muerte y derrotarlos. El imperio y los vendepatrias provocaron destrucción y muerte, pero el pueblo, la juventud demostró su amor a la patria y a la paz.
(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.
Excelente como todas las veces que escribe y comparte para nuestra nutrición intelectual. Felicidades Maestro Franco 👏 👏
La destacada incidencia en la lucha revolucionaria y libertaria de la juventud nicaragüense en las diferentes etapas históricas de nuestro país, ha legado un digno ejemplo de sacrificio a sus siguientes generaciones, actuación que les ha hecho merecedores de respeto y gloria. Esa juventud que honramos y dignificamos es conocida como Los Muchachos.