Principios sandinistas:
Implacables defensores de la paz

Xavier Díaz-Lacayo Ugarte (*)

El sandinismo es el proyecto de nación que surge desde la experiencia de la población campesina con las tropas del General Sandino que derrotaron y expulsaron a los invasores norteamericanos. También desde otras guerrillas consecuentes por la plena liberación del país hasta la fundación del FSLN en un proceso de victorias populares y de crecimiento ideológico y moral; a favor de la identidad, libertad y dignidad de todas las formas de vida.

La Revolución Popular Sandinista es la interiorización espiritual de los conceptos de nación, sociedad y raza, heredados de nuestros antepasados de origen: guerreros, próceres, guerrilleros, héroes, mártires. Y está encabezada por la vigente jefatura del FSLN en la fidelidad al pueblo nicaragüense y su derecho a la estabilidad, al aumento de oportunidades y capacidades, a la satisfacción ciudadana y al desarrollo humano.

La política exterior norteamericana, que reproduce la esclavitud y piratería de Inglaterra, ha perseguido las riquezas naturales del país y el usufructo de la posición geográfica de los países de nuestro continente y Las Antillas, con su Doctrina Monroe. Desde invasiones mercenarias hasta intentos fallidos de golpe de estado y magnicidios; han ejecutado acciones de saqueo, terror, destrucción y muerte. Algunos pueblos han sucumbido, el nuestro ha sabido defenderse, como en 2018, cuando en procura del orden y la justicia fueron derrotados por su autoridad moral.

La formación política ideológica sandinista está inscrita en el pueblo y reproducida en su legado. Es la base moral de la gobernabilidad del país, e implacable defensora de la paz. Se argumenta en una serie de principios característicos:

Comunidad

El modelo sociopolítico y económico de Nicaragua está basado en la vida comunitaria, para una sociedad en armonía con el desarrollo humano local. Este a su vez integra argumentos de satisfacción ciudadana, orientados a elevar permanentemente la calidad de vida y de convivencia entre los componentes de la comunidad y entre comunidades.

Como pueblo, estamos advertidos de las trampas arteras del enemigo que promueven el egoísmo y el personalismo. Su estrategia es focalizar personalidades con algún ribete político, religioso cultural o de fama, para victimizarlas –primero- y colocarlas -después- encima de los principios colectivos, para intentar secuestrar la voluntad colectiva.

Amor por la vida

En Nicaragua prevalecen las políticas públicas a favor de la vida en todas sus expresiones: humana, animal y vegetal; en las variedades, especies y ecosistemas de nuestra geografía; y un aporte sustancial a la vida del planeta, la oxigenación del aire y la pureza del agua.

Particularmente en la vida humana, hemos avanzado como pueblo en el establecimiento de hábitos sociales sanos: la salud preventiva y nutriente, la medicina de tratamiento con avance tecnológico y científico, el aumento de capacidad instalada de hospitales y equipos y la calidad del talento médico profesional. También en la promoción a la unidad familiar y el interés superior de proteger a la niñez y la tercera edad, anteponiendo ternura y respeto.

Además de una cultura preventiva permanente a la accidentalidad: vial, laboral, doméstica y circunstancial. Así como el cuido de la vida frente a los agentes antisociales como delincuencia, delitos internacionales, terrorismo, golpismo, injerencismo y el capitalismo salvaje, donde está demostrado que no tienen ningún respeto por las diversas formas de vida.

Identidad y dignidad

La revolución coloca la identidad del ser humano como punto de partida de restituciones culturales, étnicas y raciales. Se promueven oportunidades y capacidades humanísticas para la inserción social en: erradicación de pobreza extrema, vivienda, salud, educación, espiritualidad, fe, trabajo, superación personal, responsabilidad familiar, solidaridad, respeto, empatía, felicidad, orgullo patrio y opción preferencial por sectores vulnerables.

Se pondera la dignidad humana siempre por encima de cualquier beneficio material, y se protege contra influencias negativas y condicionantes ajenas al respeto entre personas.

Información

En el particular de Nicaragua, el enemigo usó en 2018 la guerra psicológica informativa, usando el avance tecnológico y la comunicación virtual para saturar a los individuos de Información falsa y subliminal con imágenes, videos, comentarios e ideas sugestivas con la ilusión de estimular y apoderarse de la memoria temporal de la psiquis primitiva del cerebro de los nicaragüenses y obtener del inconsciente una reacción agresiva de ira, miedo, culpa, odio contra el poder popular, su orden institucional y la estabilidad del país.

Han provocado y fabricado víctimas para crear un conflicto de conciencia y confusión en el razonamiento en las personas, intentando provocarles un sentimiento negativo contra el proceso revolucionario, pero su millonaria injerencia no pudo -ni podrá- contra la inteligencia emocional popular que les desenmascaró, evidenció y expulsó.

Estabilidad para el crecimiento

Nicaragua ostenta uno de los principales indicadores de felicidad del planeta. La gratitud y la dicha prevalecen contra cualquier forma de hostigamiento y distracción de la condición de estabilidad para el crecimiento y el desarrollo. También es uno de los países del continente con mejor efectividad de su política de seguridad ciudadana y humana en la protección de las personas, sus costumbres y bienes.

Es muro de contención contra el narcotráfico, el crimen organizado, otras formas de terrorismo, la trata de personas y de órganos, el lavado de dinero, la especulación, el acaparamiento y el monopolio.

El país, además, ha obtenido reconocimientos por su impacto en seguridad alimentaria, los modelos auto sostenibles y la vigilancia de sus indicadores de calidad en donde está certificado por normas internacionales de satisfacción. Su economía de nación está respaldada por una dinámica de intercambio -justo y entre iguales- con potencias mundiales, revoluciones hermanas como China, Rusia, Irán; además de aquellos pueblos con los que se complementa comercial, política y humanamente.

Nicaragua ha sostenido su crecimiento macroeconómico y se ha conservado como un destino de oportunidades para la inversión extranjera directa y el mercado de capitales.

Soberanía e independencia: de Nicaragua a nuestra América

Comprendemos que el factor principal de riesgo es que el mundo actual polarizado –entre los modelos de dominio explotador imperialista y los modelos de liberación de los pueblos que representan la verdadera democracia demostrada en su efectividad- se constituyen en objetivos de ataque para ser destruidos por ser considerados por el imperialismo y las clases dominantes, un obstáculo para la globalización de su modelo unipolar, capitalista e inhumano.

Nicaragua ha logrado desenmascarar las teorías políticas y manuales prácticos para promover la desestabilización y el derrocamiento de los gobiernos progresistas pretendiendo crear bandos antagónicos y desobediencia civil. En Latinoamérica y Las Antillas se han aplicado contra los pueblos de Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Honduras, Cuba y el nuestro.

La principal característica golpista radica en la apariencia de legalidad por el apoyo de sectores clericales, empresariales y mediáticos; sectores jurídicos internacionales y de los servicios de inteligencia imperialista. El imperialismo busca convencer a una porción de la sociedad civil y la sociedad internacional en dar un golpe de estado, a menos que los pueblos se defiendan de la penetración subliminal, como lo hace el pueblo de Nicaragua.

El Gobierno del FSLN defiende los conceptos de soberanía, independencia, auto determinación, latino americanismo y solidaridad, y se opone a cualquier forma de intervención que lesione estos principios. En Nicaragua entendemos la democracia no como un fin en sí misma, sino como un medio por el cual el pueblo descubre, participa y amplía el ejercicio del poder a favor de sus intereses, para realizar las transformaciones de la sociedad que permitan alcanzar el progreso, la justicia social y la democratización.

La revolución nicaragüense pretende ser contagio de libertad hacia la región a partir del indiscutible liderazgo moral de Daniel en el continente, comprometido por más de 60 años de lucha ininterrumpida por la transformación sociopolítica y económica de Nicaragua. Nosotros, con él, los de siempre y para siempre, respaldados todos por el amor de Dios.

(*) Especialista en Políticas Públicas.