María Lourdes Bolaños Ortega, “Susana”
La defensora de los derechos humanos

María Lourdes Bolaños Ortega, “Susana”La defensora de los derechos humanos

David Gutiérrez López

El escalamiento de la lucha revolucionaria sandinista que se fortaleció en Nicaragua entre los años 1977-1979, conllevó a que centenares de jóvenes resultaran muertos, heridos, desaparecidos y otros muchos prisioneros de la dictadura militar del general Anastasio Somoza. Un epicentro de esa lucha fue Masaya, donde la resistencia se mantuvo activa y constante con la presencia de los rebeldes originarios de Monimbó.

Las celdas de la cárcel del cuartel de la Guardia Nacional (G.N) en Masaya, se llenaban de prisioneros, estaban hacinados, las capturas eran constantes y todos urgían de una defensa legal segura que les preservara su integridad física y la vida. Fue así, en esa época, que cierto día la abogada, doctora en Derecho, María Lourdes Bolaños Ortega, nacida en Monimbó, se convirtió en la defensora de los muchachos con descendencia chorotega, de ese combativo pueblo.

La oficina de María Lourdes se saturaba todos los días de madres y parientes de los prisioneros, quienes concurrían con fotografías y algunos documentos de identificación, entre otros, actas de fe de bautismo y partidas de nacimiento (no existía la cedulación) a interponer la denuncia de las detenciones y desapariciones de sus hijos, esposos, hermanos, primos y amigos, tratando de precisar la fecha, día, hora y circunstancias que sus muchachos habían sido capturados, porque en la mayoría de casos en el cuartel de la G.N no los reportaban como prisioneros.

Estas afligidas madres y demás familiares llegaban a la oficina legal con el dolor, angustia y zozobra reflejadas en el rostro por donde corrían lágrimas ante la incertidumbre de saber y conocer el paradero de sus hijos, los que seguramente estaban siendo sometidos a golpizas en las salas de torturas para arrancarle información que los condujera a encontrar a los dirigentes clandestinos que se movían sigilosamente como una sombra, burlando a los agentes de la seguridad de Somoza.

Reclutada por el “mini capi”

Mientras María Lourdes se encontraba atareada en la misión de defender y sacar de las cárceles a jóvenes apresados por la Guardia Nacional, a finales de 1977 el Frente Sandinista tendencia Guerra Popular Prolongada (GPP), envió como responsable a Masaya al joven estudiante de ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, (UNAN- Managua) y dirigente nacional del Frente Estudiantil Revolucionario (FER), Mario López Machado, conocido en el ambiente estudiantil como “mini capi”.

El comandante William Ramírez, delegó a Mario López a Masaya, lo envió desarmado, ni siquiera portaba una navaja. Días antes, el 17 de octubre de ese año 1977 había caído en combate en una calle de Managua, al enfrentarse a guardias somocistas en una balacera en el barrio San Luis, su responsable directo Carlos Arroyo Pineda.

La primera casa de seguridad en donde se refugió “el mini capi” fue la de doña Felipita Cermeño, quien resultó ser una excelente colaboradora y reclutadora. Así fue que a través de doña Felipita llegó donde María Lourdes a quien también reclutó, convirtiéndose además de defensora legal de los prisioneros, en una colaboradora del proscrito y perseguido FSLN, organización para la cual también conseguía casas en hogares habitados por vecinos conocidos para que los muchachos pudieran alojarse de manera segura.

Entre los colaboradores también se reclutó al doctor en medicina Róger Rodríguez (esposo de María Lourdes), quien se convirtió en el hombre que curaba a los guerrilleros heridos, les asistía otras dolencias y las intervenciones quirúrgicas que no podía realizar las remitía a una clínica clandestina en Managua.

En esas circunstancias fue atendido por el doctor Rodríguez el propio Mario López cuando el 7 de enero de 1978, (un día después de la celebración del día de reyes) fue evacuado al resultar herido en el abdomen por balas de fusil israelí Galil durante un ataque a la planta eléctrica de Masaya, resguardada por más de 25 soldados de la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), tropas élites comandadas por el hijo del dictador coronel (G.N) Anastasio Somoza Portocarrero, actualmente viviendo en Guatemala.

Resguardó armas para el ataque a la Olla de Barro

Después de resultar herido Mario López y trasladado a Managua para intervenirlo quirúrgicamente, el nuevo responsable de María Lourdes fue Glauco Robelo, conocido como “el Chele” o el número “1”, jefe de la Unidad de Combate Rufo Marín, quien le encargó resguardar unas armas que posteriormente serían utilizadas en una emboscada mortal para la Guardia Nacional en el kilómetro 52 entre la carretera Catarina y Masatepe, donde se ubica la Olla de Barro, un restaurante campestre, en la Meseta de los Pueblos Blancos.

Las armas embuzonadas en su vivienda, que también servía de casa de seguridad de los sandinistas, se encontraban muy cerca de donde se ubicaba el cuartel de la Guardia en Masaya, frente al parque central, hasta donde los muchachos llegaron a sacarlas para montar la emboscada desde una pequeña elevación.

En ese ataque sorpresivo ejecutado el 17 de abril de 1979 a los soldados de Somoza les llovió fuego de todas partes y de diferentes armas de guerra y cacería, además de granadas de fragmentación y hasta las populares y caseras bombas de contacto hicieron estragos sobre un convoy de varios vehículos y camiones militares cargados de guardias que se dirigían a la zona sur en refuerzo.

Ese día 17, producto del ataque resultaron coincidentemente 1 7 guardias muertos y muchos heridos, se recuperaron fusiles, municiones y pertrechos, ametralladoras livianas y pesadas, que sirvieron para fortalecer las filas de la guerrilla sandinista que cada vez se nutría de más muchachos que iban adquiriendo conciencia de que la única vía para derrocar a la dictadura somocista y alcanzar la liberación, era luchar con el fusil sandinista.

En esa audaz emboscada guerrillera cayó el jefe de la misión, el militante sandinista Henry Bermúdez junto al guerrillero Aníbal Gaitán. María Lour – des y otros compañeros lamentaron y lloraron la caída de Henry, por haber perdido a un compañero con extraordi- narias cualidades de mando y valentía al enfrentarse a las tropas de la guardia somocista.

Casa de notificación del Grupo de los 12

Entre otras misiones legales realizadas en los años de enfrentamiento contra la dictadura militar somocista, se cuenta que la casa de María Lourdes sirvió de sede para notificar al Grupo de los 12, constituido por empresarios, sacerdotes católicos e intelectuales que buscaban una salida de la dictadura militar de Somoza, quienes surgieron el 18 de octubre de 1977, coincidente con la ofensiva guerrillera de los ataques del FSLN a los cuarteles en Ocotal, San Carlos, Río San Juan y Masaya.

El vínculo directo con el Grupo de los 12, María Lourdes lo estableció con el abogado e integrante de ese grupo doctor Ernesto “Tito” Castillo, (quién fue su profesor) y que en cierto momento él y sus compañeros tuvieron que exiliarse en la vecina Costa Rica, desde donde continuaron su lucha abiertamente contra el régimen hasta lograr su derrocamiento por la vía militar y alcanzar la victoria de la Revolución Popular Sandinista el 19 de julio de 1979.

La Revolución le enseñó que muchas leyes eran un obstáculo

En la inauguración del primer proyecto de las Comisarías de la Mujer y niñez
En la inauguración del primer proyecto de las Comisarías de la Mujer y niñez

Al triunfar la Revolución Popular Sandinista, en medio de aquella inmensa y desbordante alegría popular, el país urgía de una rápida reorganización del Estado. El aparato político y militar constituido por la dictadura del general Anastasio Somoza Debayle (quien prefería hablar más en inglés que en su natal español) se había derrumbado estrepitosamente y no había autoridades por lo que algunos grupos iniciaban a delinquir controlando entradas y salidas en barrios, calles y carreteras.

En medio de la euforia del triunfo y la desorganización, a la doctora Bolaños le propusieron integrar la primera Junta de Gobierno Local en su natal ciudad, Masaya. El ahora general en retiro del Ejército Nacional Glauco Robelo fue quien la propuso, pero ella lo rechazó. Ahora confiesa que luego lamentó haber rechazado esa propuesta, que le hubiese permitido realizar muchas obras en favor de su pueblo y conciudadanos.

Tras un intenso análisis de las leyes y la realidad de las mujeres nicaragüenses, la doctora Bolaños, junto a un equipo profesional de colaboradores, se dedicó a trabajar en la elaboración de una propuesta de Ley Reguladora de las relaciones entre madre, padre e hijos, (que constituye el núcleo familiar), resultando en un Decreto- Ley No 1065 que se publicó en La Gaceta, Diario Oficial el 3 de julio de 1982.

En los considerandos de la ley se fundamentó como principio de la Revolución Popular Sandinista (RPS) , reconocer y eliminar todas las formas de explotación, opresión y discriminación económicas, sociales y políticas que mantenía, promovía y amparaba la vieja sociedad, cuyas leyes eran caducas.

El Artículo 1 de la Ley 1065 establece que corresponde conjuntamente al padre y a la madre el cuido, crianza y educación de sus hijos menores de edad, lo mismo que la representación de ellos y la administración de sus bienes. Igualmente se establece el deber de garantizarles alimentación, vestuario y la asistencia a las escuelas para obtener el acceso y derecho a la educación.

María Lourdes rememora con emoción que para la aprobación de esta ley de fomento al respeto de los derechos y deberes de los padres hacia los hijos, recibieron el apoyo total del comandante de la Revolución Carlos Núñez Téllez, entonces presidente de la Asamblea Nacional.

Fundadora de la Oficina Legal en Amnlae e impulsora del divorcio unilateral

En el año 1983 fue trasladada a la Asociación de Mujeres Nicaragüenses Luisa Amanda Espinoza (Amnlae), donde fundó la Oficina Legal de la Mujer. Entre los logros alcanzados bajo esa responsabilidad fue una amplia investigación respecto a todas las formas de violencia masculina contra la mujer, tipificado como maltrato.

Otro aspecto encontrado en el contenido de las leyes aprobadas por la vieja y desplazada sociedad al momento del derrocamiento de la dictadura militar somocista, fue el obstáculo que encontraban las mujeres al no poder divorciarse de sus esposos por las causales “existentes” en el código civil de la época.

El estudio y análisis profundo de estas leyes bajo el nuevo concepto de la Revolución, dio pauta para establecer la Ley del Divorcio Unilateral. Ley 38, para la Disolución del Matrimonio por Voluntad de una de las Partes, aprobada el 28 de abril de 1988. La solicitud para disolver el vínculo matrimonial además de expresar claramente ante un juez de distrito de lo civil la voluntad de disolución de una de las partes, consigna los deberes y responsabilidades de ambos en cuanto a la custodia y mantenimiento de los hijos procreados en caso que los hubiese, hasta alcanzar la mayoría de edad. En los casos cuando no hay hijos ni bienes en común el trámite es mucho más expedito.

Presos los maltratadores de mujeres

Cierto día durante una visita de cortesía realizada a la oficina de AMNLAE, el comandante de la Revolución Tomás Borge Martínez, ministro del Ministerio del Interior (MINT), le propuso a la doctora Bolaños trabajar para la institución a fin de frenar una ola de quejas y malos tratos de funcionarios en todas las instancias hacia sus parejas mujeres.

La idea le pareció bien y aceptó, recibiendo el mandato y apoyo del comandante Borge para encarcelar desde soldados, oficiales y hasta ministros de gobierno como efectivamente ocurrió, acusados de maltratar a sus compañeras de vida, recuerda Bolaños, ahora retirada de su actividad en la defensa de los derechos humanos de hombres y mujeres.

Nacen las Comisarías de la Mujer

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en su Programa Histórico reivindicó el derecho de las mujeres a la igualdad, integrándolas a diversas tareas y responsabilidades desde los años de la clandestinidad y de enfrentamiento con las armas a la dictadura de Somoza.

Solamente con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, se comenzó a cumplir el sueño propuesto por los fundadores de la organización político- militar quienes durante 20 años de lucha, enfrentando reveses y victorias, con la participación del pueblo lograron derrocar a la sanguinaria dictadura.

Con estas sólidas bases y gestiones ante la jefatura de la Policía Nacional nació como proyecto experimental la primera Comisaría de la Mujer y la Niñez, el 23 de noviembre de 1993, en el Distrito V de la Policía Nacional, la que tuvo una duración de seis meses. Posteriormente la segunda comisaría nació en 1997 en el Distrito X de Ciudad Sandino, donde las estadísticas revelaban un alto índice de violencia y maltrato de hombres hacia las mujeres y la poca cultura de las mujeres en llevar la denuncia ante instancias especializadas.

El gobierno del Frente Sandinista presidido por el comandante Daniel Ortega Saavedra y la compañera Rosario Murillo, en la búsqueda y protección del núcleo familiar ha establecido hasta el primero de diciembre de este año, 272 comisarías en todo el país, destinadas a la atención, seguridad y bienestar de las mujeres y la niñez.

Diputada ante la Asamblea Nacional (1997-2002)

Por su destacada participación en el ámbito de los Derechos Humanos y en la promoción y defensa de las mujeres nicaragüense, fue incorporada por el Frente Sandinista a incursionar en la vida política nacional desde la Asamblea Nacional, donde resultó electa diputada.

Desde este cargo asumió la responsa- bilidad de la presidencia de la Comisión de Integración Centroamericana, dedi- cando tiempo y espacio a promover la participación de Nicaragua con el resto de países del área.

También presidió la Comisión de Jus- ticia, desde donde promovió la crea- ción del nuevo ordenamiento jurídico, principalmente en la redacción de los nuevos códigos penales. En esa direc- ción fue una excelente gestora para la aprobación del nuevo Código Procesal Penal de Nicaragua.

Luego de su trabajo legislativo, fue nombrada durante seis años, como la primera Fiscal General adjunta de Nicaragua, iniciando su período en el año 2001 y concluyendo en el año 2006. Desde su nuevo cargo se comenzó la capacitación de nuevos fiscales, apertura de la oficina de atención a víctimas de diversos delitos con énfasis a las víctimas de violencia de género. Fue en este período que se inició una amplia campaña nacional para la incorporación en la legislación nicaragüense la figura jurídica del femicidio.

El femicidio se establece como cualquier asesinato cuya víctima es una mujer, independientemente del género que lo cometa o de cuales sean sus motivaciones. El femicidio es la manifestación o hecho más extremo del abuso y violencia de hombres hacia las mujeres. La mayoría de femicidios son cometidos por la pareja anterior o actual de la víctima, en la que en mucho de los casos fue sometida a repetidos maltratos, amenazas o intimidación.

Los terroríficos sucesos del 2018

En el fallido intento de Golpe de Estado iniciado en abril de 2018 en contra del gobierno presidido por el comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo, entre la ola de actos vandálicos que se extendió en el país con los tranques de la muerte, a María Lourdes Bolaños le saquearon y quemaron su casa en Masaya, la misma que fue refugio de guerrilleros y depósito de armas en los años 70 en la lucha abierta contra la tiranía somocista.

En prevención de cualquier eventualidad ella había adquirido un seguro de cobertura de todo riesgo incluyendo saqueo e incendio, con lo que logró reconstruir la vivienda para disfrutar de su estancia en tiempos donde prevalece la paz y el progreso en Nicaragua.

El personaje

María Lourdes BolañosMaría Lourdes Bolaños Ortega nació en Monimbó, Masaya, el 4 de julio de 1944. Es la mayor de seis hermanos, tres mujeres y tres varones, procreados por el matrimonio de don Félix Ignacio Bolaños y María Lourdes Ortega López.

Sus estudios primarios los realizó en el Colegio Santa Teresita de Masaya. Los secundarios los inició y culminó en el Instituto Carlos Vega Bolaños.

Es abogada y notaria pública de la República de Nicaragua. Egresada de la extinta UCA, actualmente Universidad Casimiro Sotelo, en Managua.

Es madre de dos hijos y abuela de seis nietos, tres varones y tres mujeres.

Fue presidenta y secretaria de la Asociación de Abogados de Masaya. Entre 1977- 1978 integró la Comisión Nicaragüense Permanente de Derechos Humanos.

Al triunfar la Revolución Popular Sandinista en 1979, fue convocada para integrar la Corte Suprema de Justicia (CSJ), ocupando el alto cargo de Magistrada de la sala penal de apelaciones de Masaya. En enero de 1980 fue electa magistrada de la CSJ de Nicaragua. Desde esa posición se dedicó al estudio, investigación y análisis de las mujeres nicaragüenses víctimas de maltrato y discriminación.

Es miembro activa y cofundadora del Organismo No Gubernamental (ONG), IXCHEN, orientado a la defensa de los derechos femeninos con un enfoque de género, promoviendo la salud sexual y reproductiva.

Es militante de la segunda promoción del FSLN, portadora de la medalla del X Aniversario del Ministerio Público. Parte de su vida como profesional lo dedicó a la defensa y promoción de los derechos de las mujeres privadas de libertad, recibiendo una medalla en reconocimiento a su entrega por esa causa.

1 Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *