Firmeza ante los que atenten contra la Paz del Pueblo: Un Deber Inquebrantable.

Edgar Palazio Galo *

En tiempos tumultuosos, la firmeza se convierte en un faro que guía el rumbo de una nación hacia aguas más serenas. En un mundo donde la paz es un bien preciado y constantemente amenazado, la determinación en la defensa de esta se erige como un deber inquebrantable de quienes tienen el honor de servir a su pueblo.

Sin embargo, como lo indicaba el comandante Daniel Ortega: “No se debe olvidar que desgraciadamente siempre existen los que quieren hacerle daño al Pueblo, destruir los Programas que se van desarrollando en beneficio de los pobres. Porque la prioridad y la razón de ser de nuestro Gobierno, es servirle a la Patria, defendiendo la Soberanía del País, ¿para qué? Para garantizar la Paz y la Estabilidad. ¿Y para qué queremos Paz y Estabilidad? Para sacar de la Pobreza al Pueblo nicaragüense, sacar de la Extrema Pobreza al Pueblo nicaragüense”.

Es legítimo que las instituciones gubernamentales actúen con contundencia frente a aquellos elementos que osan desafiar la tranquilidad y seguridad de la sociedad. Los atentados contra la paz son afrentas intolerables que requieren una respuesta firme y decidida por parte del Estado. Ya sea que estas amenazas emanen de grupos extremistas, organizaciones criminales o actores internacionales hostiles, la respuesta debe ser contundente.

La fuerza del Estado sandinista está sustentada en principios sólidos de justicia, respeto a los derechos humanos y el imperio de la ley y es ejercida con determinación y eficacia en la defensa de la paz del pueblo. La firmeza en la defensa de la paz es un compromiso sagrado, no se debe permitir el mas mínimo espacio a los enemigos de la paz y cualquier propósito macabro de querer sembrar el caos.

Los sandinistas nunca olvidamos a nuestros Héroes y Mártires

Para los sandinistas, nuestros héroes y mártires son sagrados, su legado es indeleble y su memoria es inmortal. Recordamos con reverencia a aquellos compañero y compañeras que cayeron defendiendo la paz víctimas de los criminales que intentaron el golpe de Estado en 2018. Su sacrificio no ha sido en vano, su ejemplo inspira a las nuevas generaciones en la defensa de la paz.

Pero junto con el recuerdo imborrable de nuestros héroes y mártires, también mantenemos la mira puesta en aquellos que propiciaron el terrorismo criminal en nuestro país. No olvidamos a los instigadores de la violencia, a los mercenarios de los medios de desinformación pagados por intereses extranjeros, a los cómplices internos que traicionaron a su pueblo. No olvidamos a aquellos que sembraron el caos y la destrucción en nombre de la ambición desmedida y la avaricia diabólica disfraza tras el pulpito y la sotana rastrera.

Como lo expresó el comandante Daniel “Estos abominables actos de terrorismo y vandalismo, nos enseñaron que debemos estar alertas para defender a las Familias nicaragüenses y recordar en todo momento que con la paz no se juega” . Nuestra firmeza no es un acto de venganza, es un acto de justicia. Es el deber sagrado de un Estado soberano proteger a sus ciudadanos y garantizar la paz y la seguridad para todas y todos.

Jamás permitiremos que alteren la Paz del Pueblo

En los anales de la historia, hay momentos que ponen a prueba la fortaleza y la determinación de un pueblo. El intento de golpe de Estado perpetrado por terroristas criminales en nuestra amada Nicaragua es uno de esos momentos. Ante esta afrenta a la democracia y la estabilidad, los sandinistas nos alzamos con una voz unánime y unidos al Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional derrotamos al golpismo.

El intento de golpe, orquestado por grupos violentos y financiado por intereses oscuros, es un recordatorio sombrío de los peligros que acechan cuando se intenta socavar el orden constitucional y sembrar el caos en una nación. Estos terroristas criminales no tuvieron escrúpulos, no tuvieron respeto por la vida ni por la voluntad del pueblo. Su único objetivo fue sembrar el miedo y la discordia para satisfacer sus ambiciones mezquinas.

Pero que quede claro: los sandinistas jamás permitiremos que estos enemigos de la paz vuelvan a alterar la tranquilidad de nuestro pueblo. Nuestra firmeza es inquebrantable, nuestra determinación es incuestionable. Estamos dispuestos a enfrentar cualquier desafío, a superar cualquier obstáculo, en defensa de la paz, la estabilidad y la democracia.

Los sandinistas cerramos filas en torno a los valores que nos unen: el respeto por la institucionalidad, el rechazo a la violencia y la defensa de los derechos fundamentales. Los sandinistas estamos firmes en nuestra convicción de que la paz y la justicia prevalecen sobre la violencia y el caos. Nuestra historia está marcada por la lucha tenaz de un pueblo que se niega a ser doblegado por las fuerzas del mal. Seguimos adelante con la frente en alto, con la esperanza en el corazón y con la certeza de que con la conducción de comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo construimos un futuro de prosperidad y dignidad para todas y todos los nicaragüenses.

* Profesor Titular UNAN Managua, Cientista Social y Extensionista.

2 Comments

  1. El 18 de abril es un referente historico en donde una ves mas se puso a prueba la valentía y el heroismo del pueblo.
    Una ves mas Daniel demostro su capacidad de dirigente y la confianza en su pueblo.

  2. La paz ha sido y será el anhelo del FSLN y del pueblo, esa paz alcanzada nos ha costado sudor y sangre bendita que irradian los nuevos tiempos sin esos sacrificio no habría avanzado la Nicaragua del presente. Por eso, como dice el autor tenemos colimados a los que la quisieron borrar, los estamos midiendo y observando para que nunca vuelva el terror de la derecha fascista .

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