Instalación de la paz con justicia, libertad y democracia

Instalación de la paz con justicia, libertad y democracia

“Tenemos la responsabilidad todos de salvar, cruzar este momento trágico para instalar las bases de la paz en nuestro país, una paz con justicia, una paz con libertad, una paz con democracia”, exhortó el presidente Daniel Ortega durante su intervención en la instalación –este 16 de mayo– del Diálogo Nacional celebrado en la sede del Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora de Fátima, en Managua. (A continuación, sus palabras).

Hermanos nicaragüenses, familias nicaragüenses, hemos conocido muy de cerca los dolores de la guerra, los dolores de la violencia; buena parte de los nicaragüenses hemos sufrido la pérdida de familiares. Para no hacer larga la historia en el último período del Siglo XX, guerras que provocaron más de 50,000 víctimas; hermanos a
hermanos haciéndonos la guerra.

Camilo, mi hermano menor, fue capturado herido en Monimbó, y herido, torturado, y luego asesinado. Era un
muchacho, un joven universitario como ustedes. A mí me tocó vivir desde muy muchacho, desde los 14 años, estaba en Secundaria y me tocó vivir la experiencia de la represión, de la tortura, algunas huellas me quedan todavía de la tortura, de la prisión, pasé un poco más de 7 años en prisión, y compartir el dolor de todo un pueblo, la incertidumbre es de todo un pueblo en aquellas dos guerras sucesivas, continuas.

Y claro que el pueblo quería la paz, y claro que la juventud quería la paz, las madres querían la paz, pero desgraciadamente en el mundo de manera constante se impone la violencia, se impone la guerra.

Qué drama el que acabamos de observar allá en Jerusalén, mientras en un salón, en un área protocolar, representantes de Gobierno instalaban en esa ceremonia la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica
allí en Jerusalén, más de 60 hermanos palestinos, porque todos somos hermanos en este planeta, más de 60 hermanos palestinos fueron asesinados a bala viva, a la vista de todos los periodistas, a la vista de la comunidad mundial, ¡a bala viva! Y dijeron las autoridades y el Ejército de Israel, que al que siguiera protestando de esa forma no lo iban a dejar pasar y lo iban a detener a bala viva. Eso fue en segundos, ¡y más de 2,000 heridos de bala viva! Podríamos llenar nuestro país de las fotos de los héroes y mártires de la patria, de las víctimas de la guerra. ¡Más de 50,000! Más de 50,000 nicaragüenses de diferentes tendencias políticas que murieron en esa terrible guerra, y donde al final fue el pueblo, los países centroamericanos, los gobiernos centroamericanos, y la contribución valiosa de la Conferencia Episcopal encabezada por Su Eminencia el Cardenal Miguel, los que lograron aportar a la paz y ponerle fin a esa guerra.

Acompañando ese esfuerzo los Delegados de la Palabra de la Iglesia Católica en los diferentes municipios de nuestro país, y acompañando ese esfuerzo los pastores evangélicos en los diferentes municipios de nuestro país. Fue una labor difícil, había que tocar puertas, había que tocar corazones, para que finalmente se pudiese alcanzar la
paz, y se pudiese abrir un proceso de reconciliación, un proceso largo.

Y claro que nos duelen las muertes, la muerte de un solo ciudadano nos duele. La muerte de un nicaragüense en forma violenta, cualquiera que sea la forma violenta en que muera, nos duele. Nos duele la muerte de cualquier ser humano en el planeta, cuando muere de forma violenta.

El pueblo está cansado de guerras

Y claro que nos duele la muerte de estos muchachos, de estos jóvenes, jóvenes de diferente pensamiento político, porque ahí había muchachos de pensamiento opositor al gobierno, crítico al gobierno, con todo derecho, y murieron también muchachos sandinistas. Igualmente murieron policías, igualmente murieron trabajadores.

Anoche mismo en Matagalpa murió un muchacho y otros dos heridos, gravemente heridos. Un maestro murió en la madrugada; o sea, dos muertos ayer en Matagalpa, y un herido grave. Una niña resultó con un balazo en el cuello, una niña de un año, víctima de esa violencia irracional que ha explotado en nuestro país, de esa violencia diabólica que ha explotado en nuestro país. Y 4 hermanos de la Policía Nacional que tienen familia, que tienen
hijos, que tienen esposas, que tienen madres, resultaron gravemente heridos de estos ataques que se lanzaron anoche en Matagalpa.

La sangre no tiene diferencia de color, en todos nosotros corre la misma sangre y a todos nosotros nos duele la muerte de nuestros seres queridos, y tenemos razón de indignarnos, pero también tenemos la obligación de no responder a la violencia con la violencia, porque entonces tenemos escaladas de violencia que terminan en guerras de las cuales está ya cansado el pueblo nicaragüense.

Violencia y escasez se está ejerciendo en estos momentos, aterrorizando a las familias en zonas de Managua, en Masaya, a lo largo de la carretera que lleva hacia El Rama, donde se aterroriza, se asaltan negocios, grandes, medianos, pequeños. Eso no lo hace un joven con conciencia, un joven con valores. Cuando nosotros luchamos contra la tiranía somocista nunca ni asaltamos ni promovimos el asalto de negocios. Se infunde el terror, el pavor en la población, se destruyen edificios públicos que a final de cuentas les hacen daño al Estado nicaragüense, a todo el pueblo nicaragüense. Se colocan tranques irracionales a lo largo de carreteras, donde los que están sufriendo son los campesinos, los campesinos que no pueden sacar sus cosechas para llevarlas al mercado, los campesinos que no pueden sacar sus productos para llevarlos al mercado, y se provoca la escasez, y se provoca, por
lo tanto, la incertidumbre.

Con ese tipo de acciones violentas se está sembrando el dolor en millones de familias nicaragüenses; preguntémosles a las familias si están de acuerdo con esos actos de violencia, así como nadie está de acuerdo con la muerte de los jóvenes de diferentes tendencias políticas… ¡Nadie está de acuerdo! Lo hemos condenado y situaciones como estas solamente se resuelven en el marco de la Ley, en el marco de la justicia, y por esa razón hemos invitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que acompañe ese esfuerzo, y que reine la justicia en nuestro país.

La Policía tiene órdenes de no disparar

Que se investigue realmente, que se nos dé la lista de cuántos desaparecidos hay en Nicaragua, que me pasen ya la lista de cuántos desaparecidos y cuántos prisioneros políticos hay en Nicaragua. Que nos pasen la lista, que no se utilice la mentira. Que nos pasen la lista, que se la pasen a los señores obispos de la Conferencia Episcopal, y que ellos, los señores obispos nos trasladen la lista, y vamos a demostrarles que no hay un solo desaparecido y que no hay un solo preso, ¡todos fueron liberados en su momento!

La Policía ha sido víctima de esta campaña, sin darnos cuenta los quehacen esta campaña, que un país sin las instituciones que permitan guardar el orden es un país que se destruye, se anarquiza, y no controla nadie.

La Policía tiene órdenes de no disparar, y la prueba es que cuando se atacó el cuartel de Masaya donde está la Policía protegiéndose en el cuartel, durante ese ataque la Policía no disparó, y resistió horas y horas y horas, ¡y no disparó!
En Matagalpa, lo pueden confirmar los mismos ciudadanos, los religiosos que han estado mediando ante estas
tragedias.

En Masaya hubo un muerto, desgraciadamente otro muerto, y un compañero sandinista. Pero es que aquí no importa el credo político ni el credo religioso, simplemente no debe seguir corriendo la sangre de hermanos en Nicaragua, y la Policía tiene órdenes de no disparar.

Quiero agradecer a la Conferencia Episcopal, a Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Leopoldo Brenes, a todos los señores obispos, por el esfuerzo extraordinario que han hecho para que se instale este Diálogo. Quiero también agradecer y reconocer el esfuerzo heroico de sacerdotes que han ido ahí a buscar cómo calmar esa violencia, y que incluso han sido agredidos, irrespetados, vilipendiados, insultados, por ir a buscar cómo no se provoquen más hechos de violencia en estos municipios donde ellos han estado aportando para el diálogo, aportando para la paz, aportando para la estabilidad y seguridad de todos los nicaragüenses.

Hoy, en este día, nuestro compromiso es seguir trabajando, en primer lugar, para que se haga justicia. Somos los primeros interesados en que se haga justicia, y por eso invitamos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Somos los primeros, porque tiene que haber justicia para todos, para estudiantes de una filiación política, para estudiantes de otra filiación política, que han fallecido; para policías, para trabajadores de diferente filiación política o religiosa… ¡Para todos ellos tiene que haber justicia! La justicia no es solamente para unos. No es que solamente de un lado vamos a ver los muertos, ¡los muertos están de todos lados! Y vamos a continuar trabajando para que se pueda fortalecer, se pueda enriquecer el proceso institucional de nuestro país; que tengamos Instituciones cada día más sólidas, más fuertes, instituciones que le den seguridad, estabilidad a Nicaragua, y a todos los nicaragüenses.

Nicaragua está profundamente herida

Por eso es que se ha abierto una Mesa con una Comisión de la OEA, en donde tenemos ahí establecido una agenda que nos permita hacer los cambios que nuestro proceso histórico demanda en estas circunstancias, para que todos tengamos con ello un fortalecimiento de la democracia, que tengamos un fortalecimiento de lo que son los procesos electorales.

Que tengamos una mayor fortaleza para emprender o reemprender la lucha por la estabilidad, la seguridad y la paz,
y por el crecimiento económico de nuestro país. Porque hoy, la Nicaragua que crecía, la Nicaragua que traía inversiones, la Nicaragua que respiraba tranquilidad y paz, en medio lógicamente de las contradicciones que
se viven en toda sociedad, esa Nicaragua está profundamente herida.

Y yo quiero hacer el llamado a que se facilite el tránsito de las familias en los pueblos, en las ciudades; a que se permita el tránsito de los trabajadores hacia las zonas francas, más de 130,000 trabajadores de zonas francas hoy están paralizados.

Es decir, paralizar las actividades económicas, paralizar las actividades productivas, simplemente están mandando
al desempleo a esos 130,000 trabajadores, y tenemos la responsabilidad todos de salvar, cruzar este momento trágico, para instalar las bases de la paz en nuestro país, una paz con justicia, una paz con libertad, una paz con
democracia.

(Palabras en respuesta a una intervención del doctor Carlos Tünnermann)

Cuando la Conferencia Episcopal nos envió el documento, la carta con estos cuatro puntos nuestra respuesta fue clara, agregamos sí, incorporamos en nuestra respuesta el primer Mensaje de la Conferencia Episcopal, donde
la Conferencia Episcopal hace un llamado a todos los nicaragüenses, no solamente a una parte, sino a todos los nicaragüenses a no hacer uso de la violencia.

O sea, aquí no podemos estar en un país donde una parte de los nicaragüenses tiene derecho a aterrorizar, y a la otra parte no le queda más camino que estar aterrorizada como están las miles de familias, doctor Tünnermann, allí en Masaya, en los diferentes municipios de nuestro país donde han asaltado negocios, han asaltado a gente humilde que ha venido haciendo un enorme esfuerzo con lo que se conoce como emprendimiento, o sea las iniciativas de los emprendedores, emprendedores que los vemos hablando por todos lados, ni sabemos qué ideología tienen, simplemente están sufriendo.

De la Upoli salen bandas paramilitares

Entonces, ¿la Policía debe tolerar ese tipo de actos? ¿Se debe encerrar en los cuarteles la Policía y dejar que el país se convierta en un caos? ¿Qué cada quien aplique la ley como él piensa, que se llene de venganza, de odio, que se bañe de sangre Nicaragua? Las instituciones están creadas en todas partes del mundo ¿para qué? Para ser el punto de equilibrio que no dé lugar a ese tipo de actitudes violentas. Aquí todos los días marchan, marchan estudiantes, marchas diferentes sectores a lo largo de la avenida principal que tiene Managua que va por la Carretera a Masaya, lo están haciendo después de aquellos hechos terribles, después del 19 de abril esa larga avenida ha quedado ahí
para que transiten libremente.

Ahí no se les reprimido un solo día. Hay zonas de seguridad como en todo país, ahí no se les ha reprimido ni una sola vez; y, al contrario, salen bandas paramilitares, usted bien lo sabe doctor Tünnermann.

Desgraciadamente, de quienes se han tomado la Universidad Politécnica, de ahí salen bandas paramilitares, ahí tienen armas. Vayan ustedes, manden una delegación a la Upoli y van a encontrar allí un verdadero arsenal de armas no solamente hechizas, sino armas, fusiles, revólveres, bombas; o sea, todo lo que tienen ahí y luego de ahí salen a asaltar, asaltan vehículo, asaltan buses, asaltan todo tipo de transporte, los quemas, incluso, se dan el lujo de filmar el hecho.

Ayer mismo un grupo de estos pobres muchachos, pobres muchachos porque son víctimas realmente de la tragedia en que está envuelta Nicaragua, un grupo de muchachos, la mayoría de ellos “tomados”, asaltaron un vehículo del Ministerio de Salud a pleno día, el vehículo llevaba exámenes de pacientes que hay que atender. Asaltaron el
vehículo, salieron muy orgullosos del vehículo con los exámenes en las manos, mostrándolos y tirándolos por todos lados.

Y ahí iban ellos, un grupito paramilitar actuando en pleno día, y la Policía la orden que tiene es de no ir contra ellos porque desgraciadamente si la Policía va contra ellos, inmediatamente la Policía es la mala y ellos son los buenos. Después los pobres muchachos se estrellaron porque iban borrachos se estrellaron, se dio vuelta el vehículo. Todo eso salió, todo se vio. Otra tragedia se dio, uno de los muchachos salió bien herido, bien golpeado, a la vista del
público. La Policía no ha actuado, donde debería actuar la Policía.

Una noche de estas, en la Carretera a Masaya donde está el paso a desnivel, derribaron un árbol. Bueno, estaban celebrando lo del árbol, y uno de los muchachos que estaba ahí se fue con otro muchacho y una muchacha en el vehículo, se fueron a buscar para seguir celebrando, y cuando venían de regreso se les olvidó que estaban allí los destrozos del árbol todavía, pegaron contra el árbol. Otra tragedia, ahí mismo se mató uno de los muchachos; el otro gravemente herido. Esto fue en la Carretera Norte. El otro gravemente herido, y la muchacha gracias a Dios no sufrió.

También el pueblo reclama justicia

Entonces, estamos viéndolos, todos los estamos viendo porque los mismos muchachos que hacen esto lo filman, lo graban, lo distribuyen, y la Policía tiene orden de no actuar, y esa orden yo se la ratifico a la Policía: la Policía no está para reprimir esas manifestaciones, no está para reprimir las protestas que se realizan todos los días.

Ni siquiera hemos querido utilizar a la Policía para resguardar el orden donde se están cometiendo graves delitos contra la población. Y ahí sí estamos faltando a los principios de nuestra Constitución, de nuestras leyes, y la población nos está reclamando, el pueblo nos reclama.

Así como ustedes reclaman justicia, el pueblo reclama también justicia, que los dejen trabajar en paz, que los dejen movilizarse en paz, que no les destruyan sus negocios, que los dejen transportar lo que es la vida de este país, que no maten a Nicaragua como lo están haciendo. Eso piden, eso piden, eso pide el pueblo.

Entonces, doctor Tünnermann, yo le aclaro que cuando los señores obispos enviaron la carta nosotros respondimos exactamente lo mismo. ¿Oye? Ya fue dada, ya fue dada, la orden ya fue dada. Y prueba de ello, los policías acuartelados en Masaya fueron atacados, horas, horas, horas, horas, horas, horas, horas atacados, ¡no hubo un solo disparo de parte de los policías! Y gracias a la mediación heroica de sacerdotes, arriesgando sus vidas, se logró aplacar esa situación.

En Matagalpa anoche, hay testigos, la población, los religiosos, son testigos de cómo la Policía está acuartelada y ahí la llegan a atacar, y no la llegan a atacar con morteros, la llegan a atacar con armas de fuego, utilizando ya fusiles AK. Eso explica por qué en Matagalpa, en estas últimas dos noches hubo cuatro policías heridos de bala, y los compañeros muertos anoche, y heridos. Es decir, estamos hablando de ocho personas que han sido balaceadas. ¡Estos no son angelitos, esos no son angelitos, estos que andan balaceando no son angelitos!

Entonces, aquí lo importante es que nosotros tenemos pruebas convincentes de que la Policía está en sus cuarteles y simplemente acude cuando la población la llama frente a los problemas normales que existen. Cuando tenemos situaciones más complicadas como estas, de los que se andan desplazando por la noche, grupos paramilitares, eso sí, que se desplazan haciendo destrozos, le hemos dicho a la Policía: no, ahí déjenlos, ahí que sigan destruyendo. ¿Qué quemaron un supermercado, que quemaron una institución del Estado, un local? Bueno, ahí déjenlos, ahí déjenlos.

Entonces, doctor Tünnermann, eso ya está cumplido, así se lo digo: ¡Ya está cumplido! ¿Oye?

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