Una propuesta para la paz y la dignidad de los pueblos
Padre Miguel d’Escoto Brockmann: multilateralismo y antimperialismo

Padre Miguel d’Escoto Brockmann: multilateralismo y antimperialismo

Josseline Yaleska M. Berroterán (*)

“Hemos de ser faros de amor, justicia y paz que anuncie el despunte definitivo del ALBA de oro de la solidaridad universal”. (Miguel d’Escoto Brockmann, 2011).

El sistema internacional que funciona al día de hoy tiene su origen en 1945, en el período de la posguerra, orientado por principios y valores que redefinieron los intereses colectivos de los actores del escenario internacional. La necesidad de preservar a la humanidad, la estabilidad, la seguridad y la paz, fueron los principales objetivos de los Estados que se adhirieron al proyecto de una comunidad internacional multilateral.

La idea de propiciar espacios de diálogo, consensos y cooperación le dieron cuerpo al sistema de Naciones Unidas, un orden basado en los principios del derecho internacional, en donde se debería hacer valer las opiniones de varias partes para tomar decisiones conjuntas. Sin embargo, este modelo ha sido fuertemente criticado ya que ha contribuido a legitimar las acciones de ciertas potencias, cargado por intereses geopolíticos y geoestratégicos que ponen en juego su funcionalidad.

Los diferentes acontecimientos del siglo XXI como la invasión a Irak (2003), la crisis financiera internacional (2008), diversos conflictos armados en Medio Oriente y África, la proliferación de armas nucleares, el aumento de la crisis climática, resurgimiento de ideologías neofascistas  que son legitimadas en procesos electorales, pandemia, genocidio palestino, intentos y golpes de Estado a gobiernos legítimos, aplicación de medidas económicas coercitivas, intervenciones   militares sin consentimiento de la comunidad internacional, crisis migratorias, escalada de tensiones en Medio Oriente (Israel- Irán) y miles de muertos y refugiados producto de la violación al derecho internacional, son la evidencia de un papel restringido del sistema de Naciones Unidas y las diferentes organizaciones multilaterales creadas para resolver los problemas comunes de los pueblos y la humanidad.

Este contexto de crisis sistémica, conlleva a reflexionar sobre la necesidad de impulsar modificaciones y reinventar el multilateralismo como sistema y todas las instituciones internacionales que fueron creadas hace 80 años. El mundo, las ideas, las sociedades y las necesidades han evolucionado; los valores “mundiales” sobre la democracia, derechos humanos y el desarrollo han pasado por un proceso de reinterpretación.

Propuesta de reinvención de la ONU

Todos los acontecimientos que se han experimentado son síntomas que justifican la demanda de un cambio de paradigma en las relaciones internacionales y un marco del derecho internacional con mayor capacidad de prevención, imparcialidad y justicia. Lamentablemente, el escenario internacional hasta la actualidad no ha sido un verdadero multilateralismo. Los procesos de negociación y acuerdos sobre temas comunes, han reflejado poca participación de todos los países y poca legitimidad por los miembros de la comunidad internacional.

Esta lectura e interpretación de la situación que vivimos como humanidad, no es nueva. En el año 2011, el Canciller de la Dignidad y la Paz, Padre Miguel d’Escoto Brockmann, publicaba su propuesta de Reinvención de las Naciones Unidas y expresaba: “Hoy, la situación es muy diferente y mucho más grave que la de 1945. En vez de temor, lo que el mundo tiene ahora es certeza de que la especie humana desaparecerá, si no se implementan medidas extremas y valientes, para acabar con la agresión humana contra la Madre Tierra y los pobres”.

La perspectiva teórica y filosófica del Padre d´Escoto, es una invitación a mantener y preservar la   esperanza de que la comunidad internacional, a través del multilateralismo genuino y la solidaridad, puede conservar la paz y la estabilidad global.

Los principios y las ideas propuestas desde la práctica política y diplomática del Padre Miguel, constituyen un acervo intelectual y moral esencial para comprender la desigualdad en la distribución del poder dentro de los diferentes órganos internacionales, en donde se supone se toman decisiones de interés colectivo y que resultan de interés unilateral.

De igual forma, sus ideas son un referente en la promoción de la dignidad, soberanía y el antimperialismo como valores que deben ser impregnados y defendidos en el diseño de un nuevo orden internacional. Son parte indiscutible hacia una alternativa más justa para los pueblos, y en específico los del Sur global.

El legado antimperialista del Padre Miguel

El legado antimperialista del Padre MiguelLas potencias  occidentales  se han caracterizado por su espíritu providencialista, autodenominándose las grandes rectoras del futuro de otras naciones, que resultan ser intervenidas o sometidas por “disposición divina”. Un ejemplo de esta perspectiva es el “Destino Manifiesto” (1845) de EEUU, considerado la máxima  expresión del imperialismo sobre los países latinoamericanos y el mundo, sentando las bases de su política expansionista.

De ahí en adelante que todas las acciones en materia de política exterior, así como el desarrollo y crecimiento de esta nación, no se pueden explicar sin esta doctrina. Dicha visión refleja un sentimiento de superioridad, de exclusión, opresión y sometimiento del otro. Con propósitos muy claros: establecer una doctrina política de anexión de alcance global, como potencia hegemónica.

El posicionamiento de los Estados Unidos   como   potencia   imperialista ha recorrido momentos históricos dolorosos y nefastos, desde exterminio de comunidades originarias, esclavitud, intervenciones, agresiones militares, bombas atómicas, hasta el apoyo irrestricto del genocidio palestino.

El rechazo, la condena y la denuncia desde los diferentes foros y espacios internacionales a este tipo de comportamiento y actitudes nocivas para la humanidad, no sólo de EEUU sino también de otras potencias occidentales, fue parte del activismo político que el Padre d’Escoto ejerció desde su sentir antimperialista y que ha resultado en una herencia invaluable a los pueblos del mundo.

Pensamiento político vigente

La consecuencia y coherencia entre su prédica y sus acciones fueron la autoridad moral con la que denunció la explotación y el maltrato del imperialismo occidental sobre los países del Sur global, que por siglos permanecieron sumergidos en una lógica de poder extractivista y elitista. El antimperialismo del padre Miguel, también debe ser entendido desde sus ideas de reivindicación de los derechos de la Madre Tierra y la preservación de la misma, como una víctima más del sistema capitalista salvaje.

En la actualidad, organizaciones como el G77, BRICS+ y la OIMed (Organización Internacional para la Mediación), son el reflejo de que los países del Sur global están dispuestos a reinterpretar la hegemonía del orden liberal desde una perspectiva antimperialista, multilateral, multipolar, solidaria y de cooperación mutua, alineada a las necesidades y contextos de sus territorios y población.

“Con dedicación, imaginación y coordinación entre nosotros venceremos, pues nunca debemos dudar, la verdad puede más que la mentira”. (Miguel d’Escoto Brockmann, 2004).

Finalmente, la vigencia del pensamiento político del padre Miguel d’Escoto Brockmann ofrece claves fundamentales para construir un multilateralismo genuino, arraigado en ideales de justicia y equidad global, convivencia pacífica y amor a la Madre Tierra.

Sus ideas proponen alternativas concretas para garantizar la paz, la dignidad colectiva y la autodeterminación de las naciones. En un escenario donde las potencias hegemónicas amenazan la estabilidad, sus ideas promueven la reflexión sobre la necesaria reinvención ética de la política internacional, centrada en la cooperación solidaria y la defensa de los derechos de los países del Sur global.

“No tenemos otra opción. O dejamos de matarnos ahora mismo, o todos pereceremos pronto”. (Miguel d’Escoto Brockmann, 2011).

(*) Politóloga, Docente Universitaria, especializada en Comunicación y Marketing Político.

2 Comments

  1. Gracias profesora Josseline.
    Oportuno su escrito en el actual contexto internacional.
    Válidas las reflexiones de canciller de la dignidad padre d Escoto.

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