Xavier Díaz-Lacayo Ugarte (*)
El año 2025 se consolida como un año de profundización de las transformaciones económicas, sociales, educativas y territoriales impulsadas por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), con resultados visibles en la restitución de derechos, el fortalecimiento de la soberanía nacional y la mejora sostenida de las condiciones de vida del pueblo nicaragüense. Los avances alcanzados expresan una política centrada en la dignidad humana, justicia social, equidad y protagonismo popular.
Derechos restituidos con fortaleza cívica
A inicios del año, Nicaragua avanzó su proceso histórico mediante la aprobación de una Reforma Parcial a la Constitución, consistente en modernizar el marco jurídico que sustenta la autoridad soberana del Estado y profundizar el modelo sandinista como continuidad histórica del contrato social revolucionario, iniciado con el triunfo del Poder Popular en 1979.
Es resultado del consenso territorial, construido a partir del protagonismo ciudadano, reafirmando la fortaleza cívica del pueblo nicaragüense para expresar sus aspiraciones mediante el diálogo social y la participación ciudadana.
En corresponsabilidad con el Estado se debe garantizar: i) Acceso universal a la energía, agua, educación, salud y vivienda digna; ii) Políticas Públicas orientadas a reducir la pobreza y desigualdad; iii) Derecho al trabajo y al emprendimiento con justicia social; iv) Mecanismos de democracia que amplíen el rol de los Consejos de Familia, Comunidad y Vida; v) Participación de jóvenes en la planificación territorial.
Además, vi) El derecho de familias a vivir en paz, estabilidad, seguridad ciudadana; vii) Contexto político libre de violencia injerencia externa; viii) Orden jurídico que priorice la reconciliación y el respeto mutuo; ix) Estabilidad para la inversión productiva y para planificación a largo plazo; x) Reforzar el andamiaje para nuevos programas sociales.
Es obligación del Estado de resguardar la convivencia pacífica como condición para el desarrollo. También la soberanía nacional y la autodeterminación, ya que se reafirmó la posición histórica de no intervención extranjera, la defensa de la integridad territorial y la prioridad del interés nacional sobre agendas externas, con definición anti imperialista.
Infraestructura social y estratégica
En 2025, Nicaragua fortaleció su sistema de salud pública gratuita y universal, ampliando: red hospitalaria, centros de atención primaria y programas preventivos en comunidades rurales y urbanas, atención materno-infantil y personas con discapacidad, programas de vacunación y acceso a medicamentos gratuitos.
La Seguridad social avanzó en protección a trabajadores y adultos mayores mediante el fortalecimiento del sistema previsional, garantizando pensiones de vejez, invalidez y riesgos profesionales.
Los programas de vivienda digna ampliaron acceso a hogares seguros con servicios básicos, reduciendo el déficit habitacional y fortaleciendo el tejido social en barrios y poblaciones. La expansión de carreteras y caminos productivos redujo tiempos de traslado, mejoró el acceso a mercados y fortaleció el desarrollo económico local, en especial a zonas rurales.
Los puertos, aeropuertos y sistemas logísticos continuaron fortaleciendo la conectividad del país, modernizándose, dinamizando el comercio, las exportaciones y el turismo. Se mantuvo la competitividad en las tarifas y puertos seguros y en la ciudades-puerto.
La ampliación de los sistemas de agua potable y saneamiento garantizó el derecho humano al agua para miles de familias, reduciendo enfermedades de origen hídrico y elevando la calidad de vida comunitaria. La capacidad técnica de la distribución del fluido permitió, además, seguridad doméstica y bienestar colectivo comunitario.
La electrificación avanzó a cubrir prácticamente todo el territorio, consolidando la energía como un bien social para producción, educación, salud y el emprendimiento. Se fortalecieron las telecomunicaciones, la conectividad digital y acceso a internet, permitiendo la expansión de la educación virtual, servicios públicos digitales, comercio electrónico y la comunicación entre comunidades.
Primaria, secundaria, universidades y tecnológicos para el pueblo
El 2025 marcó un avance sustantivo en la educación primaria y secundaria, con ampliación de la matrícula, fortalecimiento de la infraestructura escolar, dotación de mobiliario, merienda escolar y paquetes educativos solidarios. Estas acciones garantizaron la permanencia de niñas, niños y adolescentes en el sistema educativo, especialmente en zonas rurales y comunidades históricamente vulnerables.
La educación secundaria técnica continuó articulándose con la formación para el trabajo, permitiendo a miles de bachilleres egresar con competencias productivas. Los centros tecnológicos ampliaron su oferta en áreas estratégicas como agroindustria, energía, construcción, informática, turismo y servicios, elevando empleabilidad a la juventud.
Las universidades públicas y comunitarias fortalecieron la investigación, la innovación y la extensión universitaria, vinculando el conocimiento científico con los territorios, la producción y el desarrollo local, consolidándose como motor del desarrollo humano, científico y tecnológico del país, al servicio directo del pueblo. Aumentó el número de becas otorgadas a los jóvenes protagonistas.
Producción, empleo y soberanía productiva
El año 2025 consolidó la producción nacional como eje de la soberanía económica, con crecimiento sostenido del sector agropecuario, impulso a la agroindustria y dinamización de la economía doméstica, así como el desarrollo minero.
Programas fortalecieron a miles de pequeños y medianos productores protagonistas, mejorando rendimientos, acceso a tecnología, financiamiento y reforzándoles su cadena de valor para los mercados nacional, regional e internacional.
El trabajo es un derecho inherente a la dignidad humana. Es la vía primaria para convertir conocimientos en capacidades reales. El acceso equitativo al trabajo permite igualdad real de oportunidades, aporta movilidad social, estabilidad familiar y cohesión comunitaria. El emprendimiento amplía la movilidad social porque convierte ideas, talentos y oficios en oportunidades económicas.
Emprender es una forma legítima de ejercer el derecho al trabajo con autonomía y creatividad. La economía creativa y el emprendedurismo ampliaron su impacto en el empleo juvenil y femenino, mientras que el comercio mostró mayor dinamismo con exportaciones diversificadas y estabilidad de precios en los productos de la canasta básica, protegiendo el poder adquisitivo de las familias trabajadoras.
Desarrollo humano local
El desarrollo humano es real y sostenible cuando las personas y comunidades ejercen control sobre los recursos, decisiones y capacidades que determinan su propia calidad de vida.
Los gobiernos locales, municipios, las comunidades rurales y los barrios urbanos, se fortalecieron con la articulación entre alcaldías, comunidades, juventudes, cooperativas, productores, universidades y centros tecnológicos, generando un modelo de desarrollo desde el territorio y para el territorio, con participación directa de la población, ejecutando proyectos de infraestructura comunitaria, mejoramiento urbano, espacios recreativos, mercados, ferias productivas y programas de emprendimiento de localidad.
Movilidad urbana e interurbana
Durante 2025, se incrementó la capacidad instalada para garantizar transporte seguro, ordenado, moderno y accesible a toda la población. Se fortaleció la flota con nuevas unidades modernas con mayor capacidad, menor consumo y accesibilidad universal. Por sus sistemas de emisión reducida contribuyen a la gestión ambiental urbana, reduciendo el hacinamiento en horas pico y el tiempo de espera de los pasajeros en las paradas.
La infraestructura complementaria de terminales renovadas y ampliadas mejoró los flujos de entrada y salida de vehículos, personas, equipajes y mercaderías, organizando rutas y horarios, incrementando seguridad y –además- facilitando accesos para adultos mayores y personas con discapacidad.
El impacto social también se tradujo en mejor acceso al trabajo, estudio y servicios públicos, menores costos de transporte familiar, además del emblemático subsidio del Transporte Urbano Colectivo en Managua, así como mayor conectividad entre zonas urbanas, rurales y productivas. La movilidad digna amplía capacidades y oportunidades.
Victoria ambiental: territorio, cultura y autonomía
Los territorios rurales, urbanos, costeros, indígenas, productivos deben usarse sin destruir su capacidad natural de sostener la vida. Debe generar oportunidades económicas y bienestar para todos, garantizándoles de acceso equitativo a infraestructura, servicios y oportunidades. El ordenamiento territorial planifica el espacio geográfico para garantizar desarrollo equilibrado, sostenible y seguro de las comunidades, de manera participativa, transparente y corresponsable.
La Revolución Popular Sandinista previene desastres y reduce vulnerabilidad reforzando gestión ambiental, adaptación al cambio climático, protección de cuencas, reforestación, gestión de riesgos y conservación de biodiversidad. Se orientó en municipios y regiones al uso racional de recursos, prevención de impactos y equilibrio entre economía-sociedad-naturaleza, garantizando uso del suelo y seguridad jurídica de la propiedad.
En 2025, la cultura, las tradiciones y la identidad nacional fueron promovidas como pilares de cohesión social y orgullo patrio. En la Costa Caribe, el fortalecimiento de la autonomía regional, la titulación comunal y el impulso a la economía familiar reafirmaron el respeto a la diversidad étnica, cultural y lingüística del país, conservando formas de organización territorial desde tiempos precoloniales.
Cultura deportiva y promoción a la recreación sana
El año 2025 fue un salto cualitativo en la cultura deportiva nicaragüense, fortaleciendo la práctica del deporte como derecho, identidad, salud, disciplina, convivencia y formación integral de la juventud. Se continuó ampliando infraestructura, programas, participación masiva y proyección internacional del talento nacional.
Nicaragua consolidó una actitud deportiva vigorosa, inclusiva y comunitaria, como parte del proyecto de nación que concibe el deporte como herramienta física, mental, emocional y espiritual para la cohesión social, la formación de valores y la afirmación de la identidad nacional. El GRUN ha asumido el deporte como un derecho humano, y 2025 muestra un avance cualitativo en organizaciones comunitarias y rendimiento competitivo.
Protagonismo del pueblo y estabilidad nacional

Uno de los mayores triunfos de 2025 ha sido la estabilidad política, social y económica, sostenida por la participación activa del pueblo organizado en barrios, comunidades, cooperativas, juventudes y gobiernos locales. Los cabildos, asambleas comunitarias y mecanismos de control social fortalecieron la democracia directa y participativa, la auditoría social y la comunicación ciudadana.
El liderazgo de Daniel y Rosario garantizó paz, seguridad ciudadana y gobernabilidad, condiciones indispensables para el crecimiento económico, la inversión social, el fortalecimiento institucional y la tranquilidad de las familias nicaragüenses. La estabilidad sandinista se fundamenta en la capacidad de Nicaragua para asegurar convivencia sin violencia, resolución pacífica de conflictos y un clima social donde las personas puedan vivir y trabajar sin miedo.
El 2025 confirma triunfos, victorias y conquistas sociales, educativas, económicas y territoriales del pueblo nicaragüense, con el Estado al servicio de la vida, la paz, el conocimiento y el bien común.
(*) Especialista en Políticas Públicas.