
- Canción revolucionaria lo proyectó en los escenarios
- Su hermano mayor le descubrió el talento del canto
- No pudieron ni podrán, canción que levantó los ánimos
Msc. David Gutiérrez López
La canción pegó y se clavó en la mente y conciencia del pueblo revolucionario sandinista. Hay Patria se convirtió, a partir de la celebración del 43 aniversario de la Revolución Popular Sandinista en un himno de lucha, de patriotismo, alegría, festivo y contagioso entre los muchachos que lo cantaban y tarareaban en plazas, calles y pueblos, inyectándoles una dosis de nacionalismo y antimperialismo.
Esa canción fue la que proyectó nacional e internacionalmente al artista Aquiles Adolfo Pérez Jirón, vocalista principal de la agrupación musical SKAPA2. Se presentan en escenarios y plazas en Managua y en todos los departamentos del país, donde la juventud danza al escuchar la pegajosa cumbia que hace contorsionar los cuerpos de chavalas y chavalos con sentimientos y convicciones sandinistas.
La letra de la ya conocida canción es autoría de Pedro Orozco, quien le presentó en cierta ocasión a Pérez Jirón varios escritos que a nuestro entrevistado le parecieron que se podían musicalizar, porque -a su criterio- contenían emotivo sentimiento dedicado a la valentía del General Sandino, quien les dio palo a los yanquis hasta lograr expulsarlos del territorio nacional el primero de enero de 1933, cuando salieron por el Puerto de Corinto. También es un canto al arrojo de los héroes y mártires de la lucha libertaria del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Aquiles refiere que cuando le propuso a Orozco musicalizar esas composiciones, dudó mucho. ¿Será que peguen? le interrogó con más incredulidad que confianza en la propuesta de hacer una composición que fuese aceptada por los críticos y el público, acostumbrado a escuchar buena música.
“Yo creo que nadie le escribe a la revolución sandinista, a nuestros héroes y a la patria de esa manera”, reflexiona el cantor al hablar de las composiciones de Pedro Orozco, al que considera su jefe, compañero, amigo y colega en la vida artística musical.
Surgió Bandolero y No pudieron ni podrán
La relación de amistad entre Orozco y Pérez se fortaleció y el primer tema musical que lanzaron, ante los oídos y gustos del exigente público de diversas edades, lo titularon Managua, un canto al modo de vida y costumbre de los capitalinos, en un recorrido por los barrios históricos y combativos en todos los tiempos, los personajes de las esquinas, las paradas de buses, las comidas y fritangas; canción que se convirtió en tema oficial del bicentenario de Managua, celebrado en 2021.
Después Pérez musicalizó la letra de la canción Bandolero, el primer sencillo, un homenaje dedicado al Padre de la Revolución Popular Sandinista (RPS) y Héroe Nacional, General Augusto C. Sandino, formador y jefe del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN).
En medio del fallido golpe de Estado, cuando traidores y cobardes que se despojaron de la máscara de aliados del proceso revolucionario, financiados por los Estados Unidos de América, pretendieron derrocar al gobierno constitucional del Comandante Daniel Ortega, los músicos se unieron y ofrecieron su contribución con el tema musical, “No pudieron ni podrán”, un canto de victoria dedicado a Bismark Martínez, capturado, torturado, asesinado en el antiguo Colegio San José de Jinotepe, Carazo, cuyo cuerpo fue encontrado meses después detrás del estadio de esa ciudad.
En memoria de Bismarck Martínez, ese centro educativo, que se convirtió en centro del terror, muerte y odio contra los sandinistas, recientemente fue reinaugurado con su nombre.
Relata que fue su protector y hermano mayor Jairo, quien le descubrió su talento musical al notarle su interés en el canto. Desde niño se interesó y apasionó por la música y los instrumentos musicales. Fue así que inició su carrera en competencias entre colegios, donde en muchas ocasiones se alzó con el primer lugar, escuchando los primeros aplausos de sus compañeritos de primaria de la Escuela Leonor García de Estrada.
A los once años de edad su hermano lo llevó a matricularse a la Escuela Nacional de Música, ubicada en la colonia Dambach, donde comenzó a conocer las notas musicales y el pentagrama, además de aprender a ejecutar algunos instrumentos musicales como guitarra, flauta dulce, además de solfeo.
Al evocar sus recuerdos de niñez, Aquiles Pérez afirma que desde infante ha sido hiperactivo, condición por la que necesitó canalizar sus emociones e hiperactividad a través del canto, su mayor pasión y principal obsesión en la vida musical que lo ha llevado a ser conocido en los escenarios de Nicaragua y fuera del país.
Reclutado por Macolla
El primer grupo que formalmente integró como vocalista fue en un pequeño conjunto musical llamado la Klave, donde laboró por corto tiempo. Posteriormente fue “reclutado” por la reconocida y famosa agrupación Macolla, donde comenzó su ascenso en la vida artística.
Luego pasó a ser vocalista de Mokuanes, también llamados El embrujo musical de Nicaragua, en el que durante nueve años fue integrante de una familia musical, perfeccionando su estilo de canto y de movimientos escénicos.
En algún momento de su vida por razones muy personales, sintió el llamado espiritual de alejarse de la música, de los grupos musicales y del ruido festivo y escandaloso de discotecas, locales atestados de gente sudorosa por los movimientos violentos de los bailes que aumentan la adrenalina, haciendo explotar como volcanes los ánimos de cada uno de los danzantes.
De esa manera comenzó a “servir” en una iglesia cristiana evangélica donde encontró paz, tranquilidad y armonía espiritual, pero en 2015 abandonó la vida de servir en la congregación religiosa y retornó a su pasión; cantar y cantar. En ese trajinar se enroló brevemente con el grupo musical costarricense llamado Calle 8.
Un tiempo después pasó a ser músico independiente y formó su primer grupo llamado Aquiles y su Banda. Fue en esa etapa de su vida que comenzó a conocer los escritos del compositor Pedro Orozco, cuya amistad e historia la relatamos al inicio.
Cantando en el primer karaoke capitalino
Aquiles confiesa que participaba en concursos de karaoke en un conocido bar y restaurante de Managua, muy concurrido. No tuvo suerte. Entre risas recuerda que no logró ganar a los participantes, pero fue identificado y captado por los directivos de Macolla, con quienes realizó su primera grabación como aficionado.
Recientemente la agrupación Skapa2 viajó a Rusia donde realizaron varias presentaciones, llevando la música revolucionaria sandinista a los hermanos rusos. Un emotivo encuentro, que permanece grabado en la mente de Aquiles, es cuando visitaron un hospital de rehabilitación para soldados rusos heridos en el conflicto armado con Ucrania. Fue algo hermoso y conmovedor al ver a jóvenes disfrutar y algunos hasta llorar de emoción cuando escucharon la música nicaragüense.
Afirma que con frecuencia lo invitan a instituciones a cantar, por lo que no cobra ningún centavo porque -para él- significa un compromiso el llevar alegría a gente que están en condiciones de sufrimiento y en muchos casos de soledad, además porque constituye la herencia inquebrantable del sandinismo y de los héroes y mártires de la revolución.
El vocalista en un par de ocasiones ha participado en los actos centrales del 19 de julio, en la celebración del aniversario de la Revolución Popular Sandinista, también ha tenido la oportunidad de cantar en vivo ante miles de asistentes y la presencia de los Copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En su labor musical, Pérez ha participado como corista de reconocidos artistas de fama internacional, entre otros Leo Dan, Lalo Rodríguez, Eddie Santiago; y también participó en los escenarios con los famosos grupos musicales Niche, Los Gaitanes, Oscar de León y Kumbia King, y otros más.
Aquiles Pérez asegura que su proyecto futuro es continuar en la vida musical, cantando y arreglando piezas musicales, y enseñando a las nuevas generaciones de jóvenes talentos que se puede salir adelante con la cantidad de oportunidades existentes y el apoyo de personas que como a él, algún día alguien los descubre en concursos escolares o de discotecas; y, aunque a la primera no ganen, que persistan. Lo importante es perseverar en lo que a cada quien le apasiona para triunfar.
El personaje
Aquiles Adolfo Pérez Jirón, nació en Managua el 23 de julio de 1977 (48 años). Es originario del barrio Venezuela, de la capital, donde creció jugando en la calle y practicando fútbol y béisbol en el Centro Juvenil Don Bosco.
Afirma que trabaja desde los 16 años. Su padre es de oficio joyero y su mamá, ama de casa.
Realizó estudios en la carrera de Ecología y Desarrollo, alcanzando hasta el tercer año.
Tiene la afición de cocinar comidas exóticas, entre mariscos, asados y sopas.
La familia, la playa, la música y cantar constituyen la pasión que mayormente disfruta.