Hace 46 años los sandinistas burlaron a la guardia genocida
El zorro rompió el cerco en la ciudad heroica

El zorro rompió el cerco en la ciudad heroica
  • Radio Sandino celebró la hazaña del comandante Francisco Rivera
  • Dos aviones somocistas fueron derribados
  • Un nido de ametralladoras esperaba para asesinar a los guerrilleros

David Gutiérrez López

Al caer la noche del 14 de abril de 1979, después de 7 días de intensos combates entre guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional, (FSLN) y tropas de la Guardia Nacional (G.N), al servicio de la dictadura de Anastasio Somoza, los sandinistas rompieron el cerco de ametralladoras y fusilería tendido por los soldados somocistas, muchos de ellos llegados por la vía helitransportada.

Radio Sandino en la clandestinidad anunció y celebró la hazaña dirigida por el comandante Francisco Rivera Quintero, “el Zorro” y Elías Noguera, “René”, ante este acto de heroicidad, logrando sacar a los combatientes populares y población civil, entre los que se contaban niños, jóvenes, adultos, hombres, mujeres y ancianos que no quisieron quedarse a esperar la embestida de los guardias en la “operación limpieza”, que consistía en entrar casa por casa capturando y asesinando a sus moradores.

La guardia somocista había establecido posicionarse defensivamente. El Zorro, sobre el suceso comentó: “Hubo un momento en que desembarcaban tropas aerotransportadas en los alrededores y en todos los accesos a la ciudad, establecieron posiciones con nidos de ametralladoras para dejarnos encerrados, una trampa mortal y sin salida posible”.

Ante el cerco tendido, los jefes determinaron realizar el repliegue caminando paralelamente por la carretera Panamericana, pasando por el Instituto Nacional Francisco Luis Espinoza. La salida se organizó con una vanguardia constituida por los combatientes con mejores armas y dotación de municiones.

Formados en una larga columna caminaron disciplinadamente rumbo a los cerros cercanos, entre ellos el Cuba y Tomabú. Muchos de los guerrilleros recuerdan que la marcha inició a eso de las nueve de la noche, aprovechando que los guardias se reconcentraban durante las noches en el Colegio El Rosario, TELCOR, la Catedral y el Banco Nacional, mientras en el día salían a controlar las principales arterias y calles de la ciudad, dejándoles poca movilidad a los insurrectos.

Repliegue a cerros circundantes

Alcentro ubicaron a los heridos, enfermos, ancianos y niños, y en la retaguardia, al final, cerrando la columna iba otro grupo de combatientes para hacer frente ante cualquier ataque sorpresa. Según el comandante Elías Noguera, “René”, esa noche se movilizaron al menos mil 300 personas en ese repliegue hacia los cerros circundantes a Estelí.

Al amanecer, los combatientes de la retaguardia que pernoctaron a las orillas de la carretera, se despertaron por el ruido de las aspas de los helicópteros de la guardia que los habían detectado, iniciando un ametrallamiento, al igual que en los cerros cercanos donde ya se encontraba una parte de los replegados. Durante la salida no se registraron muertos ni heridos, las bajas fueron después cuando inició el lanzamiento de proyectiles desde los helicópteros hacia los combatientes y población indefensa.

El 13 de abril se registró la caída en combate del jefe guerrillero Juan Alberto Blandón, “Froilán”, uno de los miembros fundadores, en 1977, del Frente Norte Carlos Fonseca Amador, bajo el mando de los comandantes Daniel Ortega, Víctor Tirado López, Germán Pomares, “el Danto”, y “el Zorro”.

La guardia en su sed de sangre, ese mismo día, asesinó a los doctores Alejandro Dávila Bolaños y Eduardo Selva, junto a la enfermera Cleotilde Moreno, quienes fueron sacados por la fuerza del hospital donde atendían a los heridos. En medio de la calle, con saña les asesinaron a balazos y a los cadáveres les prendieron fuego, no logrando quemarse totalmente, lo que permitió su identificación.

También asesinaron, entre otros muchos ciudadanos, a doña Concepción Rivera, tía del Zorro, habitante del barrio El Zapotal, por puro odio y venganza. El barrio se había convertido en un fuerte bastión de la lucha sandinista desde la primera insurrección en septiembre de 1978, al igual que en la segunda, con una variante: la guardia esta vez había aprendido la lección y no se acuarteló,

se ubicaron estratégicamente en algunas viviendas a la espera de la entrada de los guerrilleros donde el Zorro, por ser estiliano, contaba con una sólida base social.

Los mandos de la guardia quedaron estupefactos ante la salida de los guerrilleros y la población. Habían sido burlados sin lograr cumplir con su criminal plan de ametrallar a la población a mansalva, cuando pensaban que los tenían acorralados en un cerco que el Zorro logró romper junto a los combatientes bajo su mando.

En Semana Santa derribaron dos aviones

Elías Noguera, segundo al mando del zorro.
Elías Noguera, segundo al mando del zorro.

Seis días antes, al mediodía del domingo 8 de abril de 1979, guerrilleros del Frente Sandinista comenzaron a ingresar a la ciudad de Estelí, iniciándose la segunda insurrección, de tres ocurridas en la fresca ciudad norteña, en una decisión tomada ante el reclamo de la población que por las noches organizaban protestas y quemas de llantas arengando a los estilianos a sumarse a la lucha armada para enfrentar a las tropas de la dictadura militar somocista.

A Elías Noguera, segundo al mando del Zorro, le correspondió tomarse la carretera entre Estelí y Condega, para contener los refuerzos de la guardia. De pronto aparecieron, sobre el limpio cielo de ese ardiente verano de Semana Santa de 1979, dos aviones ametrallando las posiciones de los sandinistas.

De acuerdo a Noguera, la segunda insurrección no se encontraba entre los planes de la dirección del FSLN. Ocurrió que un jefe de escuadra, Salvador Loza, por iniciativa propia preparó una emboscada sobre la carretera, pero la guardia tenía montada una contraemboscada. Lograron salir a punta de bala y se refugiaron en el barrio El Rosario. Los pobladores, al escuchar la balacera, imaginaron que era la señal para insurreccionarse e iniciaron a levantar barricadas sobre las calles. No quedaba más que enfrentarse a la G.N.

Elías, ante el ataque aéreo, ordenó a sus compañeros parapetarse tras las gigantescas piedras que abundan en la zona; sin embargo, el jefe guerrillero fue herido en una pierna por una esquirla de bala que le lesionó la rodilla,

Elías Noguera "René" y Francisco Rivera "El Zorro".Foto tomada en Cerro "La Cuchillas", mayo de
1979.
Elías Noguera “René” y Francisco Rivera “El Zorro”. Foto tomada en Cerro “La Cuchillas”, mayo de 1979.

desmayándose del intenso dolor. Los combatientes dispararon con sus fusiles contra los aviones derribando un Douglas C-47, apodado por el pueblo “el dundo Eulalio” por su lentitud al volar, y un Push and Pull. El avión grande se encuentra en la cima de un cerro en la entrada de Condega, como un trofeo de guerra y recordatorio de la derrota a la dictadura somocista.

El verano era ardiente. Los guerrilleros esta vez con mejores armas que en septiembre de 1978, en la primera insurrección, se enfrentaron a tropas que se encontraban en estado de alerta. Los combates se volvieron fieros, los pobladores se volcaron en apoyo a los armados y se fue constituyendo un ejército de combatientes que se replegaron al momento de romperse el cerco criminal que les había impuesto la genocida guardia de la dictadura somocista. Las columnas guerrilleras se fortalecieron en combatientes y en armas.

Al celebrarse el 46 aniversario de la segunda insurrección de la tres veces ciudad heroica de Estelí, los estilianos herederos del heroísmo, astucia y valentía del comandante Francisco Rivera, “El Zorro”, le rindieron homenaje con una masiva marcha por esas calles que fueron testigo de la lucha casa a casa hasta su libración, la que se concretó durante la tercera y definitiva insurrección que logró liberar la ciudad de Estelí el 16 de julio de 1979, siempre dirigida por el “Zorro”.

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