En el Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor
El libro en la Historia y la identidad cultural nicaragüense

El libro en la Historia y la identidad cultural nicaragüense

Emilio Zambrana (*)

El Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor se celebra cada 23 de abril en muchos países, incluyendo Nicaragua, porque ese día coinciden las muertes de importantes escritores universales como William Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra y Garcilaso de la Vega.

En la modernidad del Siglo XXI se ha incorporado el libro digital con el que también realizan publicaciones para agilizar y darle al lector joven, adulto, de la tercera edad y los niños esa herramienta importantísima para empoderarse de la historia y de la identidad cultural de nuestra nicaraguanidad.

En la Nicaragua bendita y siempre libre, hacemos homenaje al Libro con el convencimiento de que el libro es el mejor amigo del hombre y la mujer, porque nos da sabiduría, enseñanza, comunicación y compañía. En este sentido y en el entramado del gobierno sandinista, se promueve, se vivifica el libro a través de la historia porque es una herramienta importante.

El Día del Libro se celebra para honrar la literatura, la cultura, la historia y la identidad cultural de nuestro pueblo. Nicaragua es el país de Centroamérica sobre el que más se ha escrito y publicado, porque nuestro país posee ámbitos  temáticos  únicos que   no lo tienen otros países. Por ejemplo, existen más de 500 libros sobre el Canal Interoceánico de Nicaragua, no así sobre el Canal de Panamá.

Después de la guerra nacional contra William Walker, también se produjo una inmensa bibliografía; todavía en Oceanía, Australia, se están publicando nuevos libros sobre ese tema. Igual, en varios idiomas sobre la creación literaria del poeta universal, héroe y prócer, Rubén Darío. También sobre las intervenciones norteamericanas en 1912 y 1927 y la consecuente resistencia nacionalista del General de Hombres y Mujeres Libres Augusto C. Sandino, y la Revolución Popular Sandinista.

El gobierno sandinista promueve el orgullo de las raíces originarias y étnicas de Nicaragua. El patrimonio cultural nicaragüense incluye tradiciones y expresiones vivas heredadas de las familias y transmitidas a las nuevas generaciones; todo ello a través del libro impreso y digital, gracias a ese impulso con ímpetu que le imprime nuestro buen Gobierno, a cuya cabeza están los copresidentes Daniel Ortega y la poeta, escritora y autora Rosario Murillo.

Los libros son un pilar fundamental de la cultura, ya que transmiten historias, ideas, y valores. Son una herramienta de formación y educación, y ayudan a comprender al mundo y a los que nos rodean. En el caso particular, son la herramienta que trasmite nuestra identidad cultural, en donde los jóvenes juegan un papel preponderante para su formación.

Imaginación y descubrimiento

Poeta Emilio Zambrana.
Poeta Emilio Zambrana.

Los libros permiten imaginar, descubrir, viajar, conocer y apreciar el mundo y a comprender mejor a los demás. La lectura ayuda a expandir la mente y mejorar la capacidad de comprensión y análisis. Los libros fomentan la defensa de la identidad cultural y la historia, así como la creación artística y literaria.

Con mucha documentación a través de los libros, y gracias a autores, contamos con el conocimiento de la historia como la Resistencia Indígena (Diriangén-Nicarao), la Independencia 1821-1893, la Gesta Heroica de Benjamín Zeledón, la Gesta Heroica del General Augusto C. Sandino y la Revolución Popular Sandinista.

En temas atingentes a la identidad cultural, los nicaragüenses nos enorgullecemos porque contamos, además, con estudios, relatos, investigaciones sobre la autonomía de la Costa Caribe, su cultura: literatura, (escrita y oral), mitos y leyendas, rescate de las tradiciones, valor de la lengua tradicional, Identidad Constitucional/ Etnias, Lengua y Pueblos Originarios, restitución de derechos de los pueblos indígenas y, entre otros, la alfabetización en Miskito.

La Historia en la bibliografía nacional

Por libros sobre relatos, novelas históricas, investigaciones, de acuerdo a historiadores, sabemos que Nicaragua estaba poblada desde hace 10.000 años, que es la edad de las huellas encontradas en Acahualinca. También se sabe que varios siglos antes de Cristo, hubo migraciones de indígenas de México a la zona del Pacífico.

Que fue Cristóbal Colón, en su segundo viaje, quien tomó por primera vez contacto con la Costa del Caribe, aunque el primer explorador que recorrió el país fue Gil González de Ávila; que el cacique Nicarao se resistió a la colonización española; y que Francisco Hernández de Córdoba fundó en 1524 las ciudades coloniales de León y Granada.

Igualmente, que los españoles se sintieron atraídos por el oro con que fueron obsequiados inicialmente por los indígenas, pero este oro pronto se acabó; y que las ciudades de León y Granada obtuvieron su riqueza de la agricultura y del comercio y que pronto surgió una gran rivalidad entre ellas.

La independencia y el siglo XIX hasta la invasión filibustera

Sabemos que a raíz de la invasión napoleónica de España, se desató por toda América una ola de independentismo. En el momento de la independencia, Nicaragua formó parte de las Provincias Unidas de Centroamérica y luego se emancipó totalmente en 1838.

Todo el siglo XIX en Nicaragua fue una sucesión de rivalidades y conflictos entre liberales y conservadores. Los liberales tenían su asiento en la culta ciudad de León (sede de la Universidad), mientras los conservadores hacían de Granada su feudo económico y   comercial. Para acabar de complicar las cosas, la posibilidad de construir un canal interoceánico abrió los apetitos de las potencias europeas.

En 1848 los ingleses se apoderaron de la ciudad de San Juan del Norte, en la Costa Atlántica con el fin de controlar la salida al Caribe por el Río San Juan y ejercer un protectorado sobre la Costa de los Miskitos.

La invasión filibustera

También, que a mediados de siglo se descubrió oro en California y miles de aventureros se lanzaron a su búsqueda en lo que se ha dado en llamar “fiebre del oro”. A diferencia de lo que nos muestran las películas del oeste, la mayor parte de los viajeros se dirigía de la Costa Este de los Estados Unidos a la Costa Oeste, específicamente a California por mar (no por tierra).

La ruta empezaba en Nueva York, de ahí se viajaba a San Juan del Norte (Greytown), se cruzaba el Río San Juan, el Lago de Nicaragua y el istmo por San Jorge y se embarcaba hasta San Francisco. Otros viajeros hacían la ruta por un ferrocarril que atravesaba Panamá.

La afluencia de viajeros originó la fundación de la llamada   Compañía del Tránsito, propiedad del magnate Cornelius Vanderbilt. En 1855 el filibustero, William Walker, -engendro de los filibusteros modernos que siguen asediando a nuestra Nicaragua Libre-, fue llamado por los liberales de León para participar en su guerra contra los conservadores. Walker llegó a Nicaragua con 56 mercenarios (conocidos como “filibusteros”) y al poco tiempo se apoderó del país y se hizo nombrar presidente.

La lucha de Sandino

El conflicto entre conservadores y liberales se cerró en falso, cuando el liberal Moncada accedió a firmar en Tipitapa el llamado “pacto del Espino Negro” (por el árbol bajo el que se acordó). En este pacto se aceptaba la presidencia de Adolfo Díaz, y se repartían distintas prebendas a los jefes rebeldes. Todos los generales y caudillos liberales aceptaron el trato, excepto Augusto C. Sandino.

Se inició así una cruenta lucha contra las tropas norteamericanas de ocupación.

Conocemos que en 1962 Carlos Fonseca, Tomás Borge y Silvio Mayorga fundaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), una organización político-militar creada para acabar con la dictadura de la familia Somoza.

Vista así nuestra historia e identidad cultural de manera exponencial, nos encontramos que el LIBRO es una permanente llave para el conocimiento, para que nunca se apague nuestra HISTORIA y nuestra Identidad Cultural, armas para defender siempre a Nicaragua de la agresión extranjera.

(*) Poeta, escritor y periodista

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