Legado de Tomás pervive en el tiempo

Legado de Tomás pervive en el tiempo

Este 30 de abril se conmemoraron siete años del tránsito hacia la inmortalidad del comandante Tomás Borge Martínez, miembro fundador del Frente Sandinista que siempre mantuvo intactos sus principios, valores y compromisos revolucionarios en favor del pueblo nicaragüense.

“Me siento orgulloso de seguir siendo sandinista, de seguir siendo fiel a la bandera rojinegra de nuestro partido, de seguir siendo fiel a nuestra organización revolucionaria; y morir orgulloso de tener la frente levantada, y no haber sido desleal con mis principios, ni desleal con mis amigos ni con mis compañeros, ni con mi bandera, ni con mis gritos de combate”, aseguró durante una entrevista que brindó en 2010.

Incansable revolucionario, escritor, poeta y político apasionado, fue miembro de la Dirección Nacional histórica del FSLN, vicesecretario general del partido, Ministro del Interior durante la primera etapa de la revolución, diputado de la Asamblea Nacional y del Parlamento Centroamericano, y embajador de Nicaragua en el Perú, entre otros cargos.

Nació el 13 de agosto de 1930 en la ciudad de Matagalpa y era hijo de Tomás Borge Delgado, lugarteniente del General Sandino. Desde muy joven se integró a la lucha contra la dictadura somocista. Tenía 16 años cuando editó el periódico antisomocista Espartako; y al año siguiente conoció a Carlos, con quien le uniría una entrañable amistad. En 1956 ―durante la represión que siguió al ajusticiamiento de Anastasio Somoza García por el poeta Rigoberto López Pérez―, fue detenido y encarcelado. Pasó a arresto domiciliario permanente hasta que en 1959 logró fugarse y cruzar la frontera a Honduras, donde fue detenido y posteriormente liberado. De aquí viajó a Costa Rica, donde fundaría el movimiento Juventud Patriótica de Nicaragua.

Junto con el comandante Carlos Fonseca, fue uno de los fundadores del FSLN; participó en la primera gesta guerrillera de Raití-Bocay en 1963; y posteriormente en la gesta heroica de Pancasán en 1967. Por sus actividades revolucionarias fue detenido varias veces, la última en febrero de 1976.

Estando en prisión, un oficial de la guardia le comunicó la noticia de la muerte del comandante Fonseca, el 8 de noviembre de ese mismo año. Tomás Borge contestó con una frase que se volvió histórica e inmortal: Carlos Fonseca es de los muertos que nunca mueren.

El 24 de agosto de 1978, como resultado de la Operación “Muerte al Somocismo” con la toma del Palacio Nacional por un comando sandinista, fue liberado junto a un centenar de presos políticos que luego viajaron a Panamá y a Cuba. Tras el triunfo de la revolución fue ministro, diputado y diplomático. También se dedicó a escribir poesía y publicó varios libros, entre ellos “Carlos, el amanecer ya no es una tentación; La paciente impaciencia; Un grano de maíz; y La mujer y la revolución”. El 30 de abril de 2012, a las 10:30 de la noche, el comandante Tomás Borge Martínez transcendió a la inmortalidad, siendo el último fundador del FSLN en morir. Su legado histórico es inmenso y la familia sandinista siempre le rinde homenaje en su natalicio y en su partida.

Frases célebres de Tomás Borge

Innumerables fueron las frases célebres que pronunció o escribió el comandante Tomás Borge durante toda su vida revolucionaria y poética, y que han quedado grabadas en la memoria colectiva de los nicaragüenses. “Implacables en el combate, generosos en la victoria”; “Carlos es de los muertos que nunca mueren”; “Los niños son los mimados de la revolución”; “La revolución es fuente de derecho”; “El amanecer dejo de ser una tentación”, son algunas de las frases que pervivirán a través de los tiempos.

Al conmemorarse este 30 de abril el séptimo aniversario del tránsito a la inmortalidad del comandante Borge, recordamos frases extraídas de discursos que pronunció, entrevistas que brindó y textos que escribió a lo largo de su prolija existencia; muchas de ellas más vigentes que nunca.

Legado de Tomás pervive en el tiempo-El sandinista debe caracterizarse, más bien, por su capacidad de solidaridad, el que no es solidario no es revolucionario.

– El sandinismo es la ciencia revolucionaria aplicada a la realidad de Nicaragua.

– La historia de Nicaragua no es la misma ahora, que después de la existencia del Frente Sandinista; el Frente Sandinista marca el camino de este país ahora, mañana y yo creo que siempre.

– Las mujeres son mejores que los hombres, de eso estoy convencido… más organizadas, más leales, más entusiastas, más desinteresadas que todos nosotros los hombres.

Legado de Tomás pervive en el tiempo– Me siento orgulloso de seguir siendo sandinista, de seguir siendo fiel a la bandera rojinegra de nuestro partido, de seguir siendo fiel a nuestra organización revolucionaria; y morir orgulloso de tener la frente levantada, y no haber sido desleal con mis principios, ni desleal con mis amigos ni con mis compañeros, ni con mi bandera,
ni con mis gritos de combate.

– No se arrodillen jamás sino es ante la bandera de nuestra patria, manténganse erguidos ante los poderosos de la tierra y con los ojos iluminados de amor ante nuestro pueblo heroico.

– Fui amado, temido y odiado. No se puede amar al pueblo sin ser temido y odiado por los enemigos del pueblo.

– El más alto valor de un revolucionario: la lealtad a los principios.

– Los sandinistas nos hemos multiplicado como panes en el desierto.

– Puedo decir adiós, pero cuando tenga que cerrar los ojos, los cerraré con dignidad, porque sigo amando hasta el último minuto de la vida al Frente Sandinista de Liberación Nacional.

– Cuando fui notificado de que Carlos Fonseca había muerto, dije al coronel Nicolás Valle Salinas: Carlos Fonseca es de los muertos que nunca mueren.

– Jamás traicionaremos al pueblo porque somos su vanguardia. Y si un día lo hiciéramos, ese mismo pueblo nos pasará encima.

– Implacables en el combate, generosos en la victoria.

– Los niños son los mimados de la Revolución.

– La revolución es fuente de derecho.

– El amanecer dejo de ser una tentación.

– Sigo siendo revolucionario, antiimperialista y profundamente socialista.

– Algún día las mujeres conquistarán el legítimo derecho de igualdad; ese día los hombres también seremos libres; ese día la sociedad habrá ganado la más hermosa de sus batallas.

– Centinelas de la alegría del pueblo (la Policía Nacional).

– Las maniobras ideológicas de nuestros enemigos fracasan, porque no han logrado entender lo que es el pueblo.
– Cuando hablamos del pueblo nos referimos a mayorías, no hablamos de esos grupejos aislados, insignificantes,
con una voz que no se escucha ni a cinco centímetros de la conciencia del pueblo y, por tanto, nos referimos a la
verdadera democracia.

– La unidad es la vida, la división es la muerte. La unidad significa multiplicación, la no unidad significa división”.

– Los verdaderos sandinistas son los que se mantienen unidos, los que se dividen dejan de ser de alguna manera
sandinistas.

– Aquellos que una vez besaron la bandera roja y negra y que ahora la escupen son exactamente eso, verdaderos traidores.

– Los que son leales merecen nuestro respeto, y los que son desleales y traidores merecen nuestro desprecio.

– En la montaña enterraremos el corazón del enemigo (consigna durante la lucha contra la dictadura).

– Mi venganza personal será el derecho de tus hijos a la escuela y a las flores…

– La solidaridad es la ternura de los pueblos.

– Aquellos que han traicionado una vez, yo tengo la certidumbre que siempre van a ser traidores.

– El que no miente es leal; los traidores son mentirosos, son cualquier cosa.

– De volver a nacer sería otra vez guerrillero y revolucionario incansable, como hasta ahora lo he sido. No me concibo de otra manera, porque de lo contrario habría sido un abogadito ganando pleitos.

– Antes del Frente casi no había historia; la historia nace con el FSLN porque es la culminación de las luchas antiimperialistas y la historia de Nicaragua es una lucha contra el imperialismo.

– Sólo el logro de haber eliminado el analfabetismo en Nicaragua bastaría para justificar la existencia del Frente Sandinista de Liberación Nacional en el gobierno.

– En la cárcel se aprende la paciencia sin abandonar la impaciencia.

“ Al principio éramos diez, sólo diez, entre ellos Carlos. Después fuimos centenares, y allí estaban Ricardo y Doris. Después fuimos miles, y allí estaban Julio Buitrago y Daniel. Ahora somos centenares de miles, y aquí estamos todos. Ahora somos una gran familia”

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